
Con el argumento de que no son delincuentes, familiares de migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos a una megacárcel en El Salvador rechazaron el martes la propuesta de canje de prisioneros que le hizo el presidente salvadoreño Nayib Bukele al régimen de Nicolás Maduro.
El domingo, Bukele propuso a Maduro un acuerdo humanitario que contempla canjear a 252 venezolanos deportados y encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo por la misma cantidad de presos políticos recluidos en Venezuela, una oferta que el chavismo Nicolás Maduro calificó de ilegal y abusiva.
"No tenemos porqué aceptar un intercambio porque, simple y llanamente, nuestros hijos no son delincuentes", dijo Luismary Gómez, una manicurista de 44 años de edad, madre de un hombre llevado al Cecot hace un par de semanas.
"Mi hijo firmó su deportación creyendo que estaba haciendo lo mejor del mundo y mira en la trampa que cayó", lamentó Gómez, quien se concentró junto a otras 50 personas en la sede de Naciones Unidas en Caracas.
Varias pancartas mostraban fotografías de venezolanos que comenzaron a ser deportados a El Salvador desde el 15 de marzo. "Soy la voz de mi hijo", se leía en una.
Para estas deportaciones, la administración del presidente estadounidense Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, utilizada solo en tiempos de guerra, y que el régimen madurista tilda de anacrónica.
La aplicación de esa ley derivó en un choque de poderes entre la administración Trump y las cortes estadounidenses, mientras abogados de varios de los venezolanos deportados con ese mecanismo han negado las acusaciones de que sus clientes pertenecen a la banda criminal Tren de Aragua.
Nayib Bukele "demostró el secuestro"
Ángel Blanco, un trabajador de la salud de 58 años de edad, considera que la declaración de Bukele "demostró el secuestro" de su hijo de 22, detenido por tener un tatuaje, según su padre.
"Nuestros hijos están secuestrados, están haciendo una trata de personas con nuestros hijos", recalcó.
Blanco contó que su hijo trabajaba de día en un almacén en Nueva York y por las noches era repartidor.
"Yo me puedo ir por mi hijo para El Salvador y que me manden mi hijo para acá. Si él (Bukele) quiere tener esclavos allá que me mande a mí, pero que me mande mi hijo para acá. Yo me cambio por mi muchacho", clamó.
La Fiscalía de Venezuela pide la libertad incondicional de los migrantes deportados.