El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una advertencia a China, señalando que las represalias arancelarias afectarán negativamente al país asiático. Al mismo tiempo, se muestra "optimista" sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Pekín, según informó este viernes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
"A China no le conviene seguir tomando represalias. Estados Unidos es la economía más fuerte y la mejor del mundo, como lo demuestran más de 75 países que han pedido a la Administración que llegue inmediatamente a un acuerdo. El presidente quiere hacer lo correcto para el pueblo estadounidense", afirmó Leavitt.
En respuesta a los más recientes aranceles establecidos por Washington, China ha anunciado que elevará los aranceles a los productos estadounidenses de 84% a 125%, lo que incrementa el total sobre Pekín a 145%.
"Necesitan a Estados Unidos", aseguró el equipo de Trump
La nueva medida entrará en vigor el 12 de abril, según confirmó el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino, que acusó a Estados Unidos de "violar gravemente las normas del comercio internacional" y de implementar "una política unilateral de acoso y coerción".
Leavitt insistió este viernes en que el arancel de 145% seguirá vigente: "El presidente ha dejado muy claro que cuando Estados Unidos recibe un golpe contraataca con más fuerza", afirmó ante los medios.
Aunque evitó confirmar si hay conversaciones formales entre ambas naciones, Leavitt aseguró que Trump confía en que China acabará firmando un acuerdo.
Al ser cuestionada sobre por qué los socios comerciales de EE.UU. estarían dispuestos a colaborar en un aislamiento de China, señaló que "no han parado de sonar" los teléfonos en Washington: "Lo han dejado muy claro: necesitan a Estados Unidos. Necesitan nuestros mercados. Necesitan a nuestros consumidores", subrayó.
La vocera remarcó que el propósito de estos aranceles, que tienen una tregua parcial de 90 días para otros países excepto China, es "renegociar una agenda comercial global" que, a su juicio, ha perjudicado a los estadounidenses "durante demasiado tiempo".
El incremento de tensiones comerciales ha causado caídas en los mercados bursátiles y ha desatado el temor a una posible recesión económica. "Va a haber un periodo de transición", reiteró Leavitt, respaldando lo dicho por Trump, quien, según ella, "quiere que los consumidores confíen en él".
