
Unos 12 millones de franceses y turistas se han quedado sin baguette del día ni cruasanes recién hechos este jueves, ya que las panaderías no tenían derecho a abrir por ser el Día Internacional de los Trabajadores, lamentó la confederación nacional del sector.
Los 12 millones de clientes que van cada día a la panadería "no se morirán de hambre, pero es muy agradable, en un día feriado, ir a buscar un bollo, una buena 'baguette' recién hecha", prosiguió.
Franceses y turistas que aprovechan el puente "no entenderán que en el país de la baguette Unesco, no se pueda ir a buscar un bocadillo" en una panadería, criticó.
La baguette forma parte desde 2022 del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.
El año pasado, un vacío jurídico sobre la apertura de las panaderías el Primero de Mayo conllevó una gran cantidad de controles inesperados de la inspección del trabajo.
Los años anteriores, la mayoría de establecimientos habían abierto con total normalidad.
"Desde hace un centenar de años, trabajamos el Primero de Mayo sin problemas", insistió Anract, quien precisó que el cierre en este día feriado afectará a unas 35.000 panaderías y generará una pérdida de ingresos de 70 a 80 millones de euros (80 a 91 millones de dólares).