El régimen venezolano comenzó la primera semana de junio con la entrega de bonos económicos, una serie de ayudas sociales dirigidas a sectores de la población, pero cuyos montos siguen siendo insuficientes frente al costo de vida actual.
Entre los bonos anunciados por el sistema Patria para esta primera semana del mes están:
Bono Dr. José Gregorio Hernández
Parto Humanizado
Lactancia Materna
100% Escolaridad
Misión 100% Amor Mayor
Estos bonos de junio están dirigidos a personas con discapacidad, embarazadas, madres lactantes, estudiantes y adultos mayores, y forman parte del programa del chavismo bajo el argumento de “proteger” a los ciudadanos frente a la aguda crisis económica.
Sin embargo, la ayuda económica no alcanza ni siquiera para cubrir necesidades básicas. A pesar de que el sistema Patria promueve el uso de estos beneficios para pagar servicios públicos, recargas telefónicas, gasolina o productos mediante puntos de venta BiopagoBDV, los montos continúan siendo simbólicos frente a los precios del mercado.
Las bonificaciones no tienen impacto real
Aunque el gobierno insiste en que las asignaciones representan un esfuerzo por mejorar el bienestar de los ciudadanos, la realidad económica del país tiene otro panorama. Venezuela sigue enfrentando una de las tasas de inflación más altas del mundo, con canasta básica que supera con creces el salario mínimo y cualquier beneficio otorgado.
Expertos consideran que la dolarización de facto, el colapso de los servicios públicos, la pérdida del poder adquisitivo y la informalidad laboral son elementos estructurales que las bonificaciones mensuales no resuelven. Esto, además, se ha convertido en una política de asistencia paliativa, que profundiza la dependencia de millones de ciudadanos de un ingreso controlado y fluctuante.
