
Los fondos marinos profundos, ubicados a más de 200 metros de profundidad, son la parte más enigmática y menos explorada del planeta, ya que menos de 0,001% ha sido observado directamente por humanos, una superficie equivalente a apenas una décima parte del tamaño de Bélgica.
Así lo revela un estudio publicado en Science Advances, que expone que 65% de las observaciones visuales se concentran cerca de las costas de Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda, dentro de 200 millas náuticas.
Según los cálculos dirigidos por la Ocean Discovery League, explorar todo el fondo marino directamente tomaría más de 100.000 años, incluso si 1.000 plataformas operaran cada una cubriendo tres kilómetros cuadrados al año.
“Estas estimaciones ilustran que necesitamos un cambio fundamental en la forma en que exploramos y estudiamos el océano profundo global”, afirman los autores.
Los océanos, que cubren aproximadamente 66% del planeta, sufren con fuerza los efectos del cambio climático causado por el ser humano. Aunque existe abundante información sobre las aguas superficiales y medias, el conocimiento sobre las profundidades marinas sigue siendo limitado.
El océano profundo es esencial para la vida en la Tierra, ya que sostiene ecosistemas únicos y provee servicios vitales como la producción de oxígeno y la regulación del clima.
97,2% de las inmersiones han sido realizadas por solo cinco países: Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Francia y Alemania, lo que constituye una muestra “pequeña y sesgada”, problemática a la hora de "caracterizar, comprender y gestionar un océano global", explican los investigadores.
Aunque se ha utilizado la altimetría satelital para mapear el fondo oceánico, los autores destacan que la observación directa tiene un valor insustituible.
“A medida que nos enfrentamos a amenazas aceleradas para las profundidades oceánicas -del cambio climático a la posible explotación minera-, la limitada exploración de una región tan vasta se convierte en un problema crítico tanto para la ciencia como para la política", advirtió Katy Croff Bell, autora principal del estudio.
Con más de 44.000 inmersiones registradas desde 1958 en aguas de 120 países, esta investigación representa la estimación más exhaustiva sobre los océanos profundos a nivel mundial.
Sin embargo, casi 30 % de las observaciones visuales fueron realizadas antes de 1980, muchas de ellas con imágenes en blanco y negro y de baja resolución.
Aunque algunas formaciones geológicas como cañones y crestas han sido estudiadas a fondo, amplias zonas como llanuras abisales y montes submarinos permanecen prácticamente inexploradas.
El informe ejemplifica la magnitud del desconocimiento: si la ciencia tuviera que entender los ecosistemas terrestres con solo 0,001 % de observaciones, se estaría evaluando toda la vida en tierra a partir de una superficie similar al tamaño de Houston (EE UU).