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Mi fastidio y la red de comunicación cuántica china

Después de ver y escuchar cómo los contorsionistas interpretativos de Trump, verdaderos atletas que realizan actos de flexibilidad extrema, retorciendo y doblando la realidad y las más básicas normas de la razón y la convivencia, colocándose a sí mismos y a su discurso en posiciones sorprendentes, antinaturales o imposibles para la mayoría, con una disciplina […]
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Después de ver y escuchar cómo los contorsionistas interpretativos de Trump, verdaderos atletas que realizan actos de flexibilidad extrema, retorciendo y doblando la realidad y las más básicas normas de la razón y la convivencia, colocándose a sí mismos y a su discurso en posiciones sorprendentes, antinaturales o imposibles para la mayoría, con una disciplina que combina poca habilidad intelectual, y un riguroso entrenamiento en tontismo, decidí quedarme callado en estricta adhesión temporal (al menos) y parcial (seguramente) al estoicismo de Zenón, el liberto Epicteto, Séneca o el “papiao” (así lo representan en los videos tan de moda de Youtube) de Marco Aurelio. 

Estoy fastidiado de Trump, de sus traductores y apóstoles predicadores, de sus tontas ideas, de los Magabobos, de Fox News; incluso, de las noticias intrascendentes que ahora llenan los titulares incluso de The New York Times y otros diarios estadounidenses. Así que, mi queridísimo lector, de nuevo con los hombres de piedra del estoicismo, llenos de esteroides anabólicos androgénicos, hormonas y demás sustancias, y que al mejor estilo de Ramiro Vaca, estoy seguro, no aguantarían un examen antidoping ni de la Conmebol, asumí que hay cosas que puedo controlar como mis acciones y cosas que no: como que se vaya el agua o la luz a cada rato, o se acabe la gasolina de la bomba, o sigamos con el mismo CNE, luego de tanto.  

Cuando se va la luz, miro al techo que si es de noche no se ve, porque no se ve nada, respiro profundamente, y hago la pose fisicoculturista “Most muscular crab” o “cangrejo más musculoso” apretando los dientes para autocontrolarme y luego de haberlo logrado paso al “Front lat spread” para sacar mi pecho Marco Aureliano, que siendo de día me permite leer algo en físico, cocinar, jugar con mi hija o pasear al Diógenes de esta casa: Francisco Emiliano. Y que si es de noche, y la oportunidad es brindada por mi musa, la Medusa de mi vida, valdrá alguna ternura, pero que si no, invertiré la oscuridad pensando en cosas como: qué pasaría en Venezuela si se pusieran de moda las batas griegas. 

De tal suerte, que decidí tomar la rienda de mis acciones y revisar el Diario del Pueblo de China, donde sorprendentemente las noticias son de interés y relevancia. Ahí di el día de hoy con una que me pareció extraordinaria. Y es que cuando la ciencia, la tecnología y la geopolítica se entrelazan, surgen avances que redefinen el mundo. Y mientras Trump acaba con la economía estadounidense, y ese país y Europa debaten cómo regular la computación cuántica, China acaba de marcar un hito histórico: una red de comunicación cuántica directa segura (QSDC) de 300 kilómetros, totalmente conectada y escalable, desarrollada por la Academia de Ciencias de la Información Cuántica de Pekín (BAQIS). Un proyecto revolucionario que permite a múltiples usuarios comunicarse con una seguridad inviolable, garantizada por las leyes de la física cuántica. Lo más impresionante es que, a diferencia de las redes tradicionales, esta:

  • Funciona en entornos reales, superando el ruido y las interferencias que antes hacían inviable la comunicación cuántica a larga distancia.
  • Mantiene una fidelidad superior al 85% en los estados entrelazados, incluso tras 300 kilómetros de transmisión.
  • Es escalable: Puede integrar más usuarios sin colapsar, gracias a su innovadora tecnología de doble bombeo de fotones.

¿Por qué es un cambio de juego?

Desde el punto de vista tecnológico, China ha resuelto dos de los mayores obstáculos de la comunicación cuántica:
Distancia: Supera con creces los 104,8 km del récord anterior, demostrando que la QSDC puede usarse en redes metropolitanas e incluso entre ciudades.
Conectividad: Rompe el esquema tradicional en "estrella" (con un nodo central vulnerable) y permite conexiones directas entre múltiples puntos.

Y desde el ángulo geopolítico, esto posiciona a China como líder indiscutible en la carrera por la supremacía cuántica. Mientras otros países aún investigan prototipos, Pekín ya tiene una red funcional con aplicaciones inmediatas en:

Comunicaciones gubernamentales ultra seguras (a prueba de espionaje, incluso de futuros ordenadores cuánticos).

Transacciones financieras inviolables, críticas para bancos y mercados.

Infraestructuras críticas, como redes eléctricas y sistemas de defensa.

Energía Cuántica: ¿Cómo Funciona?

China utiliza fotones entrelazados —partículas que permanecen conectadas sin importar la distancia— para crear un "canal" de comunicación imposible de “hackear”. La técnica de “multibombeo” proporciona la "energía" estable necesaria para mantener viva la red, incluso en condiciones adversas.

Beneficios Tangibles

  • Seguridad absoluta: La criptografía cuántica no depende de algoritmos matemáticos, sino de leyes físicas. Cualquier intento de interceptar la comunicación altera el sistema y alerta a los usuarios.
  • Velocidad: A diferencia de las criptomonedas, que requieren validación blockchain, la QSDC es instantánea.
  • Soberanía tecnológica: China reduce su dependencia de estándares occidentales y controla desde el hardware hasta el software.

 Los resultados preliminares son contundentes:

  • En febrero, científicos chinos lograron una transmisión estable de 2,38 kilobits por segundo durante 168 horas, 4.760 veces más eficiente que sistemas anteriores.
  • La red ya conecta cuatro usuarios simultáneos, con planes de expansión.

Conclusión: un nuevo paradigma

China podría redefinir la seguridad global. La pregunta no es si triunfará, sino quién más se subirá al tren. Por ahora, China va primero... y sin frenos.

A la “Vinotinto”: no esperen el partido perfecto, sino uno con muchos obstáculos. Sean estoicos porque ustedes pueden sorprenderse a sí mismos y a nosotros, con la actitud que les haga ganar los 6 puntos de esta doble fecha.

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