
Los jóvenes Sandra Namboozo, ingeniera química, y Samuel Muyita, ingeniero civil y ambiental, diseñaron en Uganda Karpolax, una bolsa biodegradable que ayuda a extender la vida útil de las frutas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), Uganda es el más grande productor de frutas de la región de África Oriental.
Sin embargo, esta nación no destaca en la exportación de este producto debido a que la vida útil de sus frutas es muy corta; lo que posiciona a Tanzania y Kenia en los primeros lugares como mayores exportadores, así lo afirmó un reportaje publicado por NTVUganda en su canal de YouTube.
Para contribuir a la solución de este problema, Sandra Namboozo y Samuel Muyita crearon Karpolax.
Ambos se conocieron estudiando en la Universidad Makerere, en Uganda, y desde entonces han enfocado sus conocimientos en crear herramientas que contribuyan a cuidar el medio ambiente, disminuir la contaminación y reducir el desperdicio de alimentos.
Samuel Muyita, gerente manager de Karpolax, explicó a NTVUganda que en años anteriores los compradores de frutas rechazaban entre 40% y 50% de todos los productos, debido al mal estado en el que llegaban a causa de la mala manipulación de los agricultores o por el uso de pesticidas que no estaban permitidos en algunos mercados.
“La mayoría quiere una fruta o verdura que esté intacta, pero cuando llegan al destino no lo están. Karpolar llegó para resolver este problema y ofrece tiempo suficiente para que el exportador traslade el producto sin preocupación de que se dañe en el camino”, expuso Muyita.
De acuerdo con sus declaraciones, la bolsa tiene un tratamiento postcosecha diseñado para prolongar la vida útil de los productos frescos entre 7 y 10 días.
Karpolax se ha probado desde 2023 en mercados de Oriente Próximo y partes de Asia y actualmente la bolsa se comercializa en los Emiratos Árabes Unidos. No obstante, aún no ha logrado penetrar el mercado de la Unión Europea.
Más beneficios relacionados con Karpolax
En la actualidad, la bolsa biodegradable trabaja en conjunto con 100 agricultores locales, 20 exportadores y 250 vendedores de mercados locales. Además, Karpolax, de acuerdo con Unicef, evitó el desperdicio de 1 millón de toneladas de frutas y verduras, y permitió que 250,000 personas accedan a estos alimentos cada año.
“Poca gente se preocupa por extender el apoyo que se necesita y creo que esa es una de las cosas que nuestro ecosistema puede hacer mejor. Si a este invento le va bien, Uganda podría por fin acortar distancias con sus vecinos (Tanzania y Kenia)”, expresó Muyita.
Por: Huella Zero.