María Isidro, madre mexicana y esposa de un pastor en Live Oak, Florida, fue arrestada por agentes de inmigración y deportada a México, dejando atrás a su esposo, sus hijos y casi 30 años de vida en Estados Unidos.
Su familia comentó que Isidro, —quien fue detenida en junio de 2025 durante una cita rutinaria con inmigración—, tenía todos sus documentos en regla. Sin embargo, en lugar de recibir información sobre su situación, la arrestaron sin previo aviso. Durante el proceso, los agentes le negaron el contacto con su abogada y no le proporcionaron un traductor, lo que aumentó su angustia y confusión.
De acuerdo con reportes de WCJB, Isidro pasó más de una semana en centros de detención del ICE después de su comparecencia ante el tribunal. Posteriormente, la trasladaron a México con solo la ropa que llevaba puesta. El viaje hacia Matamoros, Tamaulipas, duró más de 15 horas, mientras la mantenían esposada en manos, cintura y tobillos.
El Tallahassee Democrat informó que apenas recibió comida o agua durante el trayecto; solo pudo usar el baño una vez y no tuvo acceso a sus medicamentos para la diabetes.
Al llegar a México, María Isidro pidió ver a un juez o algún funcionario que pudiera ayudarla con su situación, pero los agentes le dijeron que eso no era parte de sus responsabilidades.
Cumplió requisitos legales, pero fue deportada injustamente
Su familia relata que desde su llegada a Houston en 1998 siempre cumplió con los requisitos legales, al no faltar nunca a una cita con el DHS, pagar todas las tarifas necesarias y presentar los formularios requeridos para regularizar su situación.
Aunque recibió una orden de deportación en 2004, cada año lograba obtener una suspensión (stay of deportation), una decisión discrecional que podía ser revocada.
En 2023, la familia logró que se aprobara una petición I-130 (petición de familiar extranjero), un paso crucial para tramitar la residencia legal. Sin embargo, en junio de 2025, María fue convocada para una revisión anticipada y, en lugar de recibir noticias sobre su caso, fue detenida y deportada.
Su hijo Jo Isidro expresó en sus redes sociales: “Mi madre es una mujer cristiana, una cuidadora y una persona sin antecedentes penales que siempre confió en el sistema. Y aun así, fue arrancada de nosotros”.
Con información de Univisión.
