
Las fuerzas armadas de Estados Unidos ya han preparado planes para atacar Irán, los cuales habrían sido aprobados por el presidente Donald Trump, quien tiene en sus manos la decisión final de ejecutarlos. Además, todos los analistas coinciden en que dicha ofensiva dependería del uso de una bomba de 13.600 kilogramos.
El diario The Wall Street Journal informó que Trump comunicó a su círculo más cercano, la noche del martes, que había dado el visto bueno a los planes propuestos por el Pentágono, aunque aún no ha emitido la orden definitiva.
Este jueves, el mandatario declaró que el periódico "no tiene ni idea" de cuáles son sus pensamientos, aunque no desmintió la información. Por su parte, la Casa Blanca indicó que Trump tomará la decisión en “unas dos semanas”.
En caso de concretarse el ataque estadounidense, el objetivo principal sería la planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Fordow, situada a aproximadamente 100 kilómetros al sur de Teherán.
Esta instalación cuenta con miles de centrifugadoras y está localizada bajo una montaña, lo que la hace difícil de destruir. El interés de Israel en esta planta radica en que es la única instalación nuclear iraní donde la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha encontrado partículas de uranio enriquecido con un nivel de pureza suficiente para fabricar armas nucleares.
Sin embargo, Israel no posee el armamento adecuado para atravesar los más de cien metros de roca que protegen Fordow, por lo que requiere la tecnología estadounidense.
La fuerza aérea israelí dispone de las bombas BLU-109 y GBU-28, diseñadas para destruir búnkeres. La GBU-28, con un peso de 2.270 kilogramos, es guiada por láser y fue utilizada por Israel el 27 de septiembre de 2024 para matar al líder de Hizbulá, Hasan Nasrala. Esta bomba puede penetrar hasta 20 metros de hormigón o roca reforzada.
Sin embargo, para destruir completamente Fordow, sería necesario emplear la GBU-57/MOP, una bomba de 13.600 kilogramos, capaz de penetrar hasta 60 metros de roca.
Estas siglas significan: GBU (Guided Bomb Unit, o Unidad de Bomba Guiada) y MOP (Massive Ordnance Penetrator, o Penetrador de Munición Masiva).
Actualmente, la GBU-57/MOP solo puede ser lanzada desde el bombardero B-2 Spirit, también conocido como "invisible", aunque se han realizado pruebas desde el clásico B-52.
El B-2 Spirit, operativo desde 1997 y que será reemplazado por el B-21 Raider, puede despegar desde la base aérea de Whiteman (Misuri) o desde la isla de Diego García en el océano Índico.
Irán contaba con baterías antiaéreas rusas S-300 para proteger Fordow, consideradas de las más avanzadas. No obstante, analistas aseguran que actualmente estas defensas han sido desmanteladas o destruidas, lo que haría un ataque aéreo estadounidense relativamente fácil.
De hecho, según las fuerzas armadas israelíes, en la última semana se habría destruido 70% de las baterías antiaéreas de Irán.
La libertad de operación de bombarderos como el B-2 o el B-52 sería crucial para asegurar la eliminación total del complejo de Fordow, ya que, pese al poder destructivo de la GBU-57/MOP, su éxito no está completamente garantizado, por lo que sería necesaria una serie de ataques sucesivos.