
El primer ministro Mark Carney anunció este jueves que Canadá ajustará sus aranceles de represalia del 25 % al acero y aluminio importados desde Estados Unidos a partir del 21 de julio, siempre que en los próximos 30 días no se logre un acuerdo comercial bilateral con Washington. La decisión responde al reciente aumento de las tarifas estadounidenses del 25 al 50 %, una medida que Carney calificó de “ilegal” e “injustificada”, y que ha presionado significativamente al sector industrial canadiense.
Aunque Ottawa impuso en marzo aranceles del 25 %, valorados en 15.200 millones de dólares canadienses, el gobierno había pospuesto una escalada adicional hasta conocer los resultados de las negociaciones. De no concretarse un acuerdo para el 21 de julio, Canadá aplicará los ajustes anunciados, vinculándolos directamente al progreso de las conversaciones .
Aranceles de represalia
Para fortalecer su respuesta, el gobierno implementará una serie de medidas destinadas a proteger a la industria nacional. A partir del 30 de junio, entrarán en vigor reglas de contratación pública que priorizarán a proveedores canadienses y a socios con acceso arancelario recíproco. Además, se establecerán tariff‑rate quotas equivalentes al 100 % del volumen de importaciones de acero de 2024 desde países sin acuerdos de libre comercio, con el fin de estabilizar el mercado doméstico y bloquear la entrada de metales a precios artificialmente bajos.
El paquete de apoyo también contempla favorecer la compra de acero y aluminio canadienses en proyectos nacionales de infraestructura, defensa, energía y vivienda. Paralelamente, se creará un grupo de trabajo para monitorear el impacto del nuevo esquema arancelario y orientar futuras decisiones.
El ministro de Finanzas François‑Philippe Champagne añadió que este conjunto de medidas incluye mecanismos de remisión, líneas de crédito para grandes empresas y aplicación selectiva de gravámenes antidumping sobre otros proveedores externos.
Canadá representa más del 90 % de las exportaciones de acero y aluminio a Estados Unidos, por lo que el aumento unilateral de los aranceles estadounidenses al 50 % amenaza directamente más de C$ 15 miles de millones de su industria, que emplea a 23 000 trabajadores de forma directa y genera decenas de miles de empleos indirectos. Unifor, el principal sindicato del sector, advirtió que estos aranceles podrían provocar despidos masivos y pérdida de ventas para fabricantes medios y pequeños .
Carney reiteró que en la reciente cumbre del G7 en Alberta conversó con el presidente Trump para acelerar un acuerdo de asociación económica y de seguridad con un plazo de 30 días, hasta el 21 de julio. Advirtió que, de persistir la escalada arancelaria, la guerra comercial podría desencadenar una recesión económica global .
Con información de Afp.