Alcatraz Rugby Club inscribió su nombre en la historia del deporte venezolano al conseguir un logro sin precedentes.
El conjunto aragüeño se alzó con el tercer lugar en el Costa Blanca Rugby Sevens, uno de los torneos más selectivos y competitivos del rugby europeo. Esta actuación llevó con orgullo el nombre de Venezuela al podio continental.
El camino hacia este triunfo inició en 2022, cuando el equipo debutó en Benidorm. Aunque aquella primera incursión no arrojó victorias, sentó las bases para el progreso futuro.
En 2024, el equipo mostró un crecimiento notable con partidos más equilibrados, aunque el podio permaneció esquivo.
Para la edición de 2025, la meta del título fue clara. Wilkinson Arrieta, capitán del equipo, afirmó la trascendencia de este logro: "Este podio no es solo nuestro, es de todos los que creen en este proyecto. Esta es la prueba de que, con trabajo duro, valores firmes, cabeza fría y corazón caliente, no hay límites para alcanzar el éxito".
Más que una victoria para el Alcatraz Rugby Club
El torneo también fue escenario del surgimiento de una estrella: Adrián Madriz.
Fue nombrado Jugador Más Valioso de la competencia. Con tackles y carreras inteligentes, Madriz no solo se erigió como pieza clave en la actuación del equipo, sino que se convirtió en el primer venezolano en la historia del torneo en recibir este reconocimiento.
Andrés Chumaceiro, director de operaciones de Santa Teresa —entidad vinculada al club—, subrayó el significado de la victoria.
"Al igual que cada botella de Santa Teresa 1796, Alcatraz Rugby Club lleva consigo el alma de Venezuela".
Destacó, asimismo, la disciplina, pasión y compromiso con la excelencia del equipo, afirmando que "más que una victoria, este podio representa el espíritu indomable de un proyecto que transforma vidas a través del rugby".
Alcatraz Rugby Club, compuesto por cinco selecciones competitivas —infantil, M-14, M-18, femenino y Mayor Libre—, nació del Proyecto Alcatraz. Este programa de reinserción social utiliza el rugby, el trabajo y la formación en valores para jóvenes con problemas de conducta.
Con el tiempo, el club ha evolucionado, integrando a jugadores provenientes de programas de rugby escolar y comunitario, así como de la Liga Infantil de Rugby, impulsados por la Fundación Santa Teresa.
