Hasta hace poco el régimen, por su propia naturaleza, se había mostrado cohesionado alrededor de la intimidación y las amenazas, más que por razones de fidelidad o afinidad auténticas. Sus portavoces, aunque conocemos sus diferencias, se habían mantenido más o menos en la misma línea, mostrando una falsa unidad que necesitaban proyectar para que su cada vez menos importante respaldo lo viese como forma de estabilidad y seguridad.
La oposición, por su parte, había mostrado diferencias, hasta divisiones, en la mayoría de los casos para lograr liderazgos de papel sin respaldo popular, pero sí con espacio mediático y a título de un vil colaboracionismo. Hoy la situación ha cambiado y podemos decir que la oposición se muestra mucho más unida que antes, alrededor de María Corina Machado, quien goza de un respaldo dentro de la oposición de 90% y de una aceptación nacional superior a 75%. La falsa oposición, representada por los llamados alacranes y colaboracionistas que buscan “espacios” políticos, representa en su conjunto apenas 5%, lo que no afecta para nada la unidad alrededor de María Corina Machado.
El régimen está cada vez más vulnerable, como lo evidencian los últimos acontecimientos, más la “extracción” de los asilados/rehenes opositores que permanecían en la Embajada de Argentina en Caracas hasta hace unos días, un hecho que marca una pauta importante en la lucha por la democracia tanto, quizás, como el mismo 28 de julio. No solamente se logró que los cinco perseguidos salieran del país y obtuvieran así su libertad, sino que ha provocado o más bien evidenciado, enormes fisuras en la cúpula delictiva, lo que puede dar inicio al “sálvese quien pueda” al percatarse de que el final está más cerca, la comunidad internacional con Estados Unidos y la Unión Europea al frente de este proceso que poco a poco ha venido ahogando con sus medidas legítimas y legales al régimen.
El teniente Cabello en su show semanal mostró confusión al tratar de explicar el hecho, pero sobre todo que hay diversidad de posiciones y componendas dentro de su grupo que él mismo no conoce. Habló de negociación, lo que es falso; pero también habló de “sanción”, lo que es cierto, a quienes permitieron la “huida” de los opositores, una contradicción, un sinsentido que le coloca en una posición difícil ante sus pocos seguidores y dentro del poder que por todos los medios trata de arrebatarle a Maduro, el desesperado dictador que perdió el rumbo.
Estas contradicciones y sorpresas muestran un alto grado de vulnerabilidad, lo que se acentuará cuando más temprano que tarde, como se prevé y se espera, la Corte Penal Internacional emita las órdenes de comparecencia y de detención correspondientes en contra de algunos de los “personajes” de la cadena de mando de la tiranía. Tomará conciencia el grupo delictivo y criminal de Miraflores que la justicia está llegando y que más vale la pena dejar el barco a tiempo que hundirse en procesos que les llevarán a años de prisión aquí o allá.
El régimen se ve disminuido y de allí la reacción que se espera del derrotado, la violencia y la persecución, en medio de desaciertos. Se espera y ya se ve el inicio de una nueva etapa de represión, una nueva ola represiva en contra de los dirigentes opositores y sus familiares. Comienzan las detenciones, las falsas acusaciones, las desapariciones forzadas, la tortura, sin importar edad y condición. Más crímenes internacionales que la Corte Penal Internacional conocerá en su momento.
En definitiva, un grupo vulnerable y peligroso que al final tratará de jugárselas todas, aunque sin éxito porque el pueblo venezolano está definitivamente decidido a rescatar la democracia.