
Donald Trump está ejecutando una estrategia de presión constante sobre la administración de Nicolás Maduro, un plan que habría diseñado por Marco Rubio dentro del Departamento de Estado para el oficialismo, que pierde negocios petroleros y enfrenta una fuerte oposición política.
La última refriega interna la inició por Richard Grenell -enviado especial de Trump-, que propuso al presidente republicano prorrogar la licencia de Chevron en Venezuela para aceitar sus contactos con Maduro y su entorno.
Para reforzar su postura contra el gobierno de Maduro, Grenell afirmó en el programa de Steve Bannon, e estratega de Trump, que Chevron mantendría su licencia, lo que desató un escándalo interno en la administración republicana.
La jefa de gabinete de Trump, Susie Wiles, junto con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el secretario de Energía, Chris Wright, y Rubio, tenían una opinión diferente. Iniciaron una discreta maniobra palaciega para anular la estrategia de Grenell .
Influencia de China
La influencia de China en la industria petrolera de Venezuela se minimizó a través de un documento técnico que llegó al Ala Oeste de la Casa Blanca, que desmiente uno de los argumentos de Grenell, afirma lo siguiente:
La participación de China en la producción petrolera venezolana tampoco respalda la narrativa de una relación en expansión. A través de empresas conjuntas como Sinovensa y Petrozumano, en las que suele tener una participación del 40%, China alcanzó una producción máxima de 172.000 barriles por día (b/d) en 2016. En 2017, esta producción descendió a 132.000 b/d, y desde 2018 se ha mantenido estancada en un promedio anual de 100.000 b/d.
El informe añade: «Esto significa que la participación neta de China es de tan solo 40.000 b/d, una cantidad insignificante para un país que consume más de 14 millones de b/d. Sin reinversión, sin seguridad jurídica y con una infraestructura colapsada, CNPC (Corporación Nacional de Petróleo de China) y otras empresas se centran únicamente en recuperar parte de sus costos hundidos».
Tras su última conversación con Trump, Rubio posteó en su cuenta oficial en X para terminar con la estrategia de Grenell. “La licencia petrolera pro-Maduro Biden en #Venezuela expirará según lo programado el próximo martes 27 de mayo”, anunció el secretario de Estado.
De acuerdo con una nota de Infobae, Trump ratificó a Rubio que su decisión política es forzar una transición democrática en Venezuela, y con ese mandato político el secretario de Estado define los próximos pasos asfixiar al oficialismo.