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Robert de Niro llama a la resistencia en el Festival de Cannes: “El arte abraza la diversidad y por eso es una amenaza para los autócratas y los fascistas”

La importante cita cinematográfica se inaugura en medio de una espesa incertidumbre generada por Trump
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Por JANINA PÉREZ ARIAS

“Cuando algo no es serio, decimos ‘es como una película’, ¿por qué las películas no se toman en serio?”, inquiere Louis Trintignant a Anouk Aimeé en una escena de Un hombre y una mujer, filme de Claude Lelouch, ganador de la Palma de Oro en 1966, y del cual se toma la imagen del póster de la 78° edición del Festival de Cannes inaugurada este martes 13 con un grito histriónico de Quentin Tarantino.

Al contrario de lo que exponía Trintignant hace casi 60 años, en el cine, y por ende en el Festival de Cannes, la cosa va en serio. Esto quedó claro en la gala de inauguración de la cita cinematográfica francesa, que venía a ser el colofón de una jornada corta pero intensa, que si bien estuvo despojada de superstición (por lo del martes 13), sí que estuvo cargada de aires de resistencia.

Y esto no es precisamente por la actualización del Dress Code para mujeres en la alfombra roja más famosa del mundo, con un ni desnudez, “por el decoro”, ni trajes voluminosos, que impiden el tráfico de la alfombra roja.

El llamado a la resistencia provenía más bien de un famoso actor homenajeado en el Festival de Cannes, y cuyas razones están muy lejos de un pueril código de vestimenta.

Desde el escenario del Grand Auditorium Lumière, recinto donde se celebran las galas y estrenos a lo largo de los 12 días y 22 películas a competición que tenemos por delante, un sereno pero evidentemente encabronado y preocupado Robert de Niro lanzaba un poderoso mensaje: “Tenemos que actuar, y tenemos que hacerlo ahora, no con violencia, sino con pasión y determinación. Es hora de que todos los que se preocupan por la libertad se organicen, protesten, y que voten cuando haya elecciones”.

Aún quedan por delante días, además de variopintas celebridades que se verán en la tesitura de ponerse frente a un micrófono | EFE

El actor estadounidense, galardonado con la Palma de Oro Honorífica, recibida de manos de Leonardo DiCaprio tras un emotivo discurso, puso en pie a las más de 2.000 personas que alberga la sala Lumière. De Niro hizo de su discurso una provechosa denuncia al peligro que corre la democracia en EE UU, a los recortes de financiación a la educación y las artes, como también a las libertades.

“El arte abraza la diversidad y por eso es una amenaza para los autócratas y los fascistas”, apuntó el intérprete haciendo alusión a las acciones y verborrea de Donald Trump, recordando además que todo lo que pasa en su país de alguna u otra manera rebota en todo el mundo. Razón no le falta.

El Festival de Cannes se inicia bordeando varios abismos. Uno de ellos es el de la incertidumbre generada por el difuso pero inquietante anuncio de Trump de imponer un arancel del 100% a las películas rodadas fuera de Estados Unidos bajo el lema ‘¡salvemos la industria cinematográfica estadounidense!’. Elegantemente Robert de Niro también abuchearía esta amenaza de Trump.

Horas antes de la gala, este tema ya había sido abordado en la rueda de prensa del jurado oficial presidido por la actriz francesa Juliette Binoche y conformado por el director mexicano Carlos Reygadas, los intérpretes Halle Berry, Jeremy Strong, Alba Rohwacher, la escritora franco-marroquí Leïla Slimani, la directora india Payal Kapadia, el prolífico director sudcoreano Hong Sang-soo, el director congolés Dieudo Hamadi.

Binoche, que también es la actual presidenta de la Academia de Cine Europeo, casi se pilla los dedos al tratar con pinzas a ese elefante en la habitación, por catalogarlo de alguna manera. Que el mandatario estadounidense “está luchando, intentando de todas las maneras posibles de salvar América, y de salvar su culo”, terminó declarando la actriz, causando cierto revuelo en la sala de conferencias.

Aún quedan por delante días, además de variopintas celebridades que se verán en la tesitura de ponerse frente a un micrófono para emitir alguna que otra frase satisfactoria (o no), aprendida (o no), inteligente (o no), sobre las ambiciones arancelarias de Trump. Por lo pronto, Tom Cruise, una de las grandes estrellas de Hollywood, queda liberado de ese “peligro” a pesar de presentar en el Festival de Cannes Mission Imposible: The Final Reckoing, la última entrega de su famosa y millonaria saga, que además fue rodada en diferentes países.

Aunque no lo parezca, lo de Trump y sus aranceles no ha sido —ni será— el único tema dominante en esta 78° edición del Festival de Cannes.

Binoche homenajeó a Fatma Hassona en su discurso | EFE

El movimiento #MeToo sigue muy presente en la conversación, no solamente debido a que la violencia sexual en el sector cultural ha sido identificado como “un problema endémico y sistemático”, según un informe del Parlamento francés, sino también por la reciente condena al intérprete Gerard Depardieu por agresión sexual.

El muro de silencio e impunidad se va desmontando ante nuestros ojos, a pesar de que el #MeToo no ha calado del todo en las generaciones de actrices más icónicas como Catherine Deneuve.

El otro abismo es el de las guerras actuales. Por un lado está el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; por otro, el genocidio en Gaza, este ampliamente denunciado por un significativo sector de la industria cinematográfica mundial.

De esta denuncia también se ha hecho eco el Festival de Cannes, sobre todo con el reciente asesinato en la franja gazatí de la fotoperiodista palestina Fatma Hassona, junto a 10 miembros de su familia.

A Hassona, protagonista de Put Your Soul on Your Hand and Walk (de Sepideh Farsi), cinta que forma parte de la programación Cannes ACID (Asociación del Cine Independiente), Juliette Binoche tuvo a bien homenajearla en su discurso en la gala de inauguración. “Fatma debería haber estado esta noche entre nosotros”, dijo la reconocida actriz.

Tom Cruise presentará la última entrega de Mission Imposible | EFE

Definitivamente el cine es una cosa seria, como lo demostrarán las 22 producciones que compiten por la Palma de Oro en esta 78° edición del Festival de Cannes.

Entre ellas figura O Agente Secreto, la única representación latinoamericana autoría del brasileño Kleber Mendoça Fihlo, quien se anota una tercera vez en la competición principal, después de Aquarius (2016) y Bacurau (Premio del Jurado ex-aequo en 2019); como también resaltan las cintas españolas Romería, de la directora catalana Carla Simón, y Sirat, del gallego Oliver Laxe.

Muchos de estos cineastas dirán luego que en efecto Cannes fue como “una película”, por la intensidad de la experiencia, condensada en escasos días.

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