El presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo hincapié este lunes en el "derecho universal" al asilo político que se le otorgó a Ricardo Martinelli, exmandatario de Panamá enjuiciado por corrupción.
Martinelli, quien afirmó su inocencia respecto a estos cargos, llegó a Colombia el sábado después de ser condenado a 11 años de prisión por lavado de activos.
Durante su visita oficial a China, Petro defendió la decisión del gobierno colombiano al declarar que “Colombia ha sido tierra del asilo, es un derecho universal. No importa que sean de derecha, de izquierda”. Esta declaración surgió en medio de críticas desde la oposición a favor y en contra de la llegada de Martinelli, quien enfrentó refugio de 15 meses en la Embajada de Nicaragua en Panamá.
El exmandatario, que gobernó Panamá entre 2009 y 2014 y es dueño de una cadena de supermercados, fue sentenciado en 2023 tras utilizar fondos públicos para adquirir un grupo de medios de comunicación, decisión que fue ratificada por la Corte Suprema. La Cancillería de Colombia argumentó que el asilo se otorgó en función de “la protección” a personas “perseguidas por razones políticas”.
Martinelli celebra el asilo en Colombia
En la red social Instagram, Martinelli compartió su felicidad y actividades en Colombia, publicando fotos con su perro y un video en el que canta “El Rey”.
“Aquí estoy yo, pa' lante, feliz y contento (...) Vamos para delante. Viva Colombia, viva Nicaragua, viva Panamá”, expresó en su cuenta.
Ver esta publicación en Instagram
A pesar de las controversias legales que enfrenta, Martinelli sigue siendo una figura popular en su país, donde se lo consideraba el candidato preferido para las elecciones de 2024. Debido a su condena, no pudo participar en los comicios, y su lugar fue tomado por su delfín, José Raúl Mulino.
La decisión de Petro ha recibido críticas, especialmente a la luz de sus previas declaraciones sobre Martinelli. En un tuit de junio de 2018, el entonces candidato presidencial manifestó preocupaciones sobre sus actuaciones en el poder, mencionando que “chuzaba (interceptaba) los teléfonos de sus opositores” y mencionando presuntos sobornos recibidos de la constructora Odebrecht.
El exmandatario aún enfrenta un juicio por supuestos sobornos relacionados con esa empresa, un asunto que ha llevado a la condena de dos de sus hijos en Estados Unidos.
