
Desde niña escuchaba que tenía que ser reina de belleza y a pesar de que con cinco años no entendía muy bien de lo que le hablaban, desde ese momento ser una reina de belleza se convirtió en un sueño. Uno que ahora está construyendo. Valeria Cannavo se convirtió el el 23 de noviembre de 2024 en Miss World Venezuela y buscará el 31 de mayo la séptima corona del Miss Mundo para el país en el HITEX Exhibition Centre en Hyderabad (India).
De esa niñez también mantiene los recuerdos de su padre, al que perdió con siete años de edad debido a un cáncer. No tiene dudas de que estaría orgulloso del trabajo que está realizando y de la carrera que va construyendo. Reconoce, además, que a pesar de haber vivido esa situación tan pequeña, su familia le inculcó los valores que la acompañan siempre. Al describir su infancia lo hace de manera segura: fue una niña alegre, disciplinada y dinámica.
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Durante su adolescencia se mantuvo visualizando el momento en el que pudiera estar en un escenario y convertirse en reina de belleza. Se formó en la academia People’s Models International, al igual que María Gabriela Isler (Miss Universo 2013) y Alicia Machado (Miss Universo 1996). En 2017 fue coronada Reina de Casa Italia de Maracay. Sin embargo, se apartó del mundo de la belleza cuando, tras terminar el bachillerato, se trasladó a Milán, Italia, para continuar su formación académica. Allí cursó la carrera de Fashion Design & Accessories Womenswear en el Instituto Marangoni, donde obtuvo su licenciatura en Diseño de Modas. Durante sus estudios, realizó pasantías como editora de moda en la revista milanesa Falcon Magazine.
Para Valeria, esa experiencia internacional le ha dado una visión amplia y global del impacto que quiere generar. Está segura de que está preparada para coronarse como Miss Mundo. Ha tenido cinco meses de mucha preparación y enfocada en las competencias del Miss World. Entiende que es un concurso de belleza que evalúa varias áreas y por eso ha contado con profesores en pasarela, expresión corporal, inglés, contexto global y cultura. Además, resalta el apoyo de María Gabriela Isler, directora de Formación del Miss Venezuela, para contar con una formación integral.
Todo esto sin dejar de lado su proyecto social. Ha trabajado en actividades sociales dirigidas a niños y adultos mayores, promoviendo actividades de formación académica y emocional para contribuir con su bienestar y desarrollo social. Principalmente, se enfocó en ayudar a niños que crecen en ambientes en los que es común la violencia para resolver problemas y que enfrentan situaciones como la ansiedad, la depresión o el miedo, que afecta su educación. Su objetivo: la educación integral y la no violencia.
"Estoy trabajando con el Centro Ghandi y Fe y Alegría. Estuve trabajando con la escuela Enrique de Ossó en Artigas. Con estos 56 niños de 5to grado estuve desarrollando un programa que se llama 'convivir en paz'. Mi deseo era llevar un mensaje de valores esenciales o de educación integral que no sea enfocado solamente en la mente sino también en el corazón. Esto para que los niños crezcan con estas herramientas para afrontar la vida", dijo Cannavo en una conversación con El Nacional.

Su intención es ser una reina de belleza que sigue sus sueños, pero que también inspira a mujeres y niñas a perseguir sus metas y convertirse en unas personas exitosas. Entiende que, al final, los concursos de belleza son plataformas en las que misses como ella puedan usar su voz para dar visibilidad a esas jóvenes que ven en las reinas de belleza un modelo a seguir puedan "hacer algo bonito con sus vidas".
—¿Cómo recuerda su niñez en Maracay y cómo inició el sueño de ser reina de belleza?
—Desde pequeña mi mamá y muchas amistades que decían, 'Ay, tu niña algún día va a ser miss'. Yo estaba muy chiquitica, tendría unos 5 años. No estaba pendiente de esas cosas. Pero en el momento que que ella me inscribió mi primera escuela de modelaje, que recuerdo fue People's Models, de donde también salieron María Gabriela Isler y Alicia Machado, fue cuando comenzó mi pasión. De allí me empecé a visualizar algún día como Miss Venezuela o participando. Después fui a estudiar Italia y allí me desconecté un poco porque ya mi foco era mi carrera, el diseño de moda, pero siempre he sido ese deseo allí. Cuando me gradué y todavía no tenía ningún como enlace laboral o algo que me atara, aproveché para postularme y todo se dio.
—Perdió a su padre muy joven. ¿Cómo lo afrontó y qué cree que le diría al verla como Miss World Venezuela?
—La vida a veces te pone estos retos. Nada es lineal, siempre hay altibajos que te ayudan también a crecer y a fortalecerte. Dentro de estos desafíos me tocó la pérdida de mi padre. Yo siento que esto también puede definir a muchas familias venezolanas, muchas familias pueden crecer sin una figura paterna o materna y al final la enseñanza de esto es que no importa tanto el número de integrantes o cómo la familia está conformada, sino los valores que a ti te dan. Y mientras que ese huequito sea de alguna manera cubierto por estos valores y por todo el legado, que no es tanto por la presencia, sino por la esencia, tienes mucho ganado. Mi papá estaría muy orgulloso porque él siempre me apoyó, así como el resto de mi familia, en todas las cosas que yo quería hacer y en todas mis actividades. Estoy trabajando también por hacer a mis seres queridos felices para que ellos se sientan orgullosos así como yo lo estoy y sé que él también lo estaría.
—¿Cómo se describe Valeria Cannavo?
—Me describo como una mujer determinada, que siempre va buscando lo que quiere, que siempre va a ir detrás esos sueños y que también busca inspirar, porque para mí estos concursos son una plataforma en donde tú puedes usar esa voz y todo todo lo que toda la visibilidad que tú tienes para que esas niñas y jóvenes que ven en ti un modelo a seguir puedan también hacer algo bonito con sus vidas, con su futuro. Poder inspirarlos a ellos también a seguir todos sus sueños y convertirse en personas de éxito.

—El Miss Mundo es diferente a otros concursos y tiene varias competencias. ¿Cómo se prepara?
—El Miss Mundo busca una belleza más con propósito. Es por eso que ellos tienen todas estas distintas pruebas o retos previos en donde cada participante puede demostrar sus habilidades en deporte, en oratoria, en el proyecto social -que es muy importante-, talento, modelaje. Por eso me he venido preparando junto con todo el equipo del Miss Venezuela y los especialistas que me están acompañando para cada uno de estos retos. Tengo clases bastante integrales. Tengo a la señora María Gabriela Isler acompañándome y todo ese equipo de formación que me brindan todas las herramientas.
—El proyecto social en el Miss Mundo es muy importante...
—De mis proyectos sociales, específicamente, estoy trabajando con el Centro Gandhi y Fe y Alegría. Estuve colaborando, en particular, con la escuela Enrique de Ossó como escuela piloto. Mi deseo era llevar un mensaje de valores esenciales, una educación integral que no se enfoque solamente en la mente, sino también en el corazón. La idea es que estos niños crezcan con herramientas que les permitan afrontar la vida, sentirse seguros de sí mismos y alcanzar sus objetivos. Muchos niños crecen en entornos donde la violencia es común como método para resolver conflictos, y eso puede generar consecuencias como ansiedad, depresión o miedo, que les impiden aprovechar plenamente los beneficios de la educación y de las oportunidades que la vida les ofrece. Por eso, para mí es fundamental dedicarme no solo a la educación de la mente, sino también del corazón. Mi proyecto social engloba precisamente eso: educación integral y no violencia.
—¿Quién será su diseñador y cómo será su presentación para Danzas del Mundo?
—En cuanto a la noche final, el diseñador encargado es Honicer Sandoval. Es un diseñador de talla internacional que me está haciendo un traje bellísimo, espectacular. Ambos hemos trabajado en conjunto para crear esta idea, un traje deslumbrante para la noche del concurso. Además, él también está confeccionando otros trajes para las distintas ocasiones y escenas que se presentarán a lo largo del Miss Mundo. Para la sección de Danzas del Mundo, aunque no puedo revelar mucho todavía, puedo decir que es algo que va muy conmigo. En Miss Mundo no se trata solo de mostrar un traje típico, sino también de presentar un baile representativo de Venezuela. Voy a llevar un baile que refleja mucho de mi personalidad. Estaré vestida con un atuendo que forma parte del patrimonio cultural de Venezuela, algo que me encanta, que se parece mucho a mí y que transmite esa esencia y dulzura que quiero compartir.
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—Venezuela tiene al menos 14 años sin ganar una corona de Miss Mundo. ¿Cómo maneja esa presión?
—La verdad es que no tengo esa presión, porque son dos cosas. Primero, confiar en ti misma, en tu preparación, en que estás haciendo las cosas bien y que es tu momento. Y segundo, que yo creo mucho en el destino, y que si algo es para ti, va a encontrar la manera de llegarte. Y cuando algo no es para ti, ni que te pongas ni que te quites. Siento que estas dos cosas van de la mano. Para mí, el hecho de que llevemos muchos años sin una clasificación no tiene tanto que ver con estrategias o cambios de sistema. Tiene que ver contigo, con tu preparación, con lo que tú vas a transmitir allá: lo que vas a inspirar, tu desempeño. Y también, claro, con que si es para ti, va a ser para ti.

—El país vive una crisis compleja. ¿Qué mensaje le envía a los venezolanos?
—Yo, como Venezuela, represento a todos los venezolanos, sin distinción política, religiosa. Estoy aquí representando a Venezuela y a todos los valores que nos definen. Esa empatía, ese carisma, los llevamos presentes a cualquier lugar al que vayamos. Porque los venezolanos, en su mayoría, tenemos algo muy valioso: siempre mostramos una sonrisa y una actitud positiva, a pesar de las adversidades que se nos puedan presentar en la vida. Además, siempre hemos tratado de dejar nuestro patrimonio y nuestro nombre en alto, en cualquier lugar donde estemos o al que vayamos. Ese sería el legado que yo transmitiría: más allá de una situación política, más allá de una crisis económica, más allá de cualquier dificultad, representar la unión que tenemos como país y como personas.
—¿Cómo describiría esta etapa de su vida?
—"Construyendo sueños" —o una frase que me encanta: 'si alguna vez has sentido que no encajas, es porque estás destinado a sobresalir'. Esa podría ser, perfectamente, el título de este episodio de mi vida. Porque claro, en algunos momentos te preguntas: '¿lo estaré haciendo bien? ¿seré realmente buena en lo que me apasiona?'. Y a veces, por lo que dicen los demás, puedes llegar a dudar de ti misma. Pero llega un momento en el que dices: 'sí”. Y por eso he construido sueños: porque, a pesar de todo, los fui construyendo en el camino. Hoy me siento feliz de saber que los he cumplido —o los estoy cumpliendo— gracias a que creí en mí. Y al final, siempre se sobresale gracias a todas esas cosas que forman tu esencia.