El dirigente opositor venezolano Antonio Ledezma, actualmente exiliado en España, acusó este miércoles a Nicolás Maduro de no ganar elecciones legítimamente sino de "robarlas", además de afirmar que no realiza verdaderos comicios, sino que "monta farsas", haciendo referencia a los procesos legislativos y regionales celebrados este domingo.
En declaraciones compartidas a través de su página web y recogidas por EFE, el exalcalde de Caracas evocó las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que Maduro fue declarado vencedor según cifras oficiales, aunque la oposición denunció un "gran fraude".
Según Ledezma, "bajo un clima de represión, censura y ventajismo descarado, el dictador se autoproclamó vencedor, burlándose del anhelo de cambio de millones de venezolanos".
A esto se suma ahora "una segunda farsa", como la calificó Ledezma, en referencia a las elecciones recientes, ganadas nuevamente por el chavismo de acuerdo con el resultado oficial.
"No hay cabida para ambigüedades", dijo Ledezma
El opositor sostiene que "el régimen ha escenificado un simulacro que, lejos de aportar legitimidad, profundiza el descrédito que pesa sobre el poder usurpado", y que Maduro "intenta convencer al país y al mundo de una supuesta participación popular que jamás ocurrió".
Para Ledezma, la realidad es innegable, como lo demuestra la alta abstención: "Más del 86 % de los electores venezolanos protagonizaron un histórico acto de desobediencia civil. Le dieron la espalda a una convocatoria ilegítima, organizada para fabricar un resultado plagado de inconsistencias matemáticas y de contradicciones logísticas".
A juicio del dirigente, la ciudadanía venezolana ha reiterado su "voluntad de cambio", pero está frente a "un aparato criminal que secuestra las instituciones, persigue a la disidencia y viola sistemáticamente los derechos humanos".
Por eso, Ledezma afirma que "hoy más que nunca, corresponde a la comunidad internacional asumir una postura clara, no hay cabida para ambigüedades".
Lo que sucede en Venezuela, concluye, "no es una simple disputa política, es una tragedia humanitaria, es el desmontaje metódico de una República, es el sufrimiento de millones de ciudadanos obligados a huir, a pasar hambre, a vivir sin libertad".
