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La cadena Fox News y el derrumbe del régimen chavista

Cuando Nicolás Maduro bajaba por las escalinatas del avión que lo había llevado a Moscú ese miércoles 7 de mayo, su lenguaje corporal delataba todo ese intento infructuoso de aparentar normalidad ante la ingrata noticia que, minutos antes de aterrizar, le había dado a conocer su sabueso edecán. Allí, forzando una sonrisa protocolar junto a […]
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Cuando Nicolás Maduro bajaba por las escalinatas del avión que lo había llevado a Moscú ese miércoles 7 de mayo, su lenguaje corporal delataba todo ese intento infructuoso de aparentar normalidad ante la ingrata noticia que, minutos antes de aterrizar, le había dado a conocer su sabueso edecán. Allí, forzando una sonrisa protocolar junto a Cilia, se preguntaba si en ese momento todo estaría bajo control en Venezuela. Muchas dudas. Mucho terror.

Lo cierto es que la espectacular extracción de cuatro miembros del equipo político-electoral de María Corina Machado, cautivos por más de un año en la Embajada de la República Argentina en Caracas, ha marcado un verdadero punto de inflexión en este inacabable drama venezolano. Lo que se considera un indiscutible golpe de efecto ha dejado, como es lógico, muchas preguntas aún sin respuestas, pero, sobre todo, ha expuesto las obvias vulnerabilidades de un régimen que pareciera estar experimentando un quiebre importante en el corazón de su estructura criminal. Ya nadie en Miraflores confía en su propia sombra. 

El entusiasta cálculo inicial de Maduro fue totalmente trastocado. Lo que para él iba a ser un viaje placentero, bañado de impunidad y prepotencia; es decir, su encuentro bilateral con Vladimir Putin, y su presencia en la celebración de los 80 años de la victoria soviética sobre la Alemania Nazi - junto a sus pares de la izquierda y del autoritarismo mundial -, se vio empañado por la molestia y pánico que lo acompañaron durante las horas que estuvo fuera de Venezuela. Si, claro, la foto con el presidente ruso y otros como Xi Jinping le sirvieron de consuelo, pero en medio de una tormenta que se desataba por dentro. Para su triste convencimiento, una demostración de que el régimen todavía cuenta con aliados de peso, y que no lo abandonarían en este contexto de caóticos reacomodamientos geopolíticos, aunque, eso sí, incapaces, como muestran los hechos, de advertirle a Maduro sobre la operación de inteligencia gringa.

Lo más preocupante para Maduro y su corte delincuencial es que el primer anuncio oficial de la liberación de los retenidos en la Embajada de Argentina provino del propio secretario de Estado y ahora también de Seguridad Nacional, Marco Rubio, quien se refirió a ella como una operación llevada a cabo con quirúrgica precisión, no dejando pasar la oportunidad para recordar que el régimen ilegítimo de Maduro ha socavado las instituciones venezolanas, violado derechos humanos y puesto en peligro la seguridad regional.

El mensaje entre líneas es obvio: Estados Unidos está dispuesto a emprender su lucha contra el crimen transnacional organizado fuera de su territorio, bajo la simple consideración de que es mucho el daño que entidades como, por ejemplo, el Tren de Aragua, catalogada oficialmente como organización terrorista, le ha causado a la ciudadanía estadounidense.

En la mente de Maduro y su corte no anida solamente la preocupación de eventuales extracciones, sino la muy alta probabilidad de una incursión para la captura de uno o varios jerarcas del régimen, o tal vez, en caso extremo, la eliminación física de objetivos cuidadosamente seleccionados. Es difícil no recordar que en los archivos de la historia reciente descansa el caso del general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los llamados Guardianes de la Revolución, asesinado por un dron estadounidense en el aeropuerto internacional de Bagdad, el 3 de enero de 2020. Lo curioso del registro es que la orden del ataque fue precisamente dada por quien hoy ocupa la Casa Blanca.

Los últimos acontecimientos parecieran estar indicándonos que en estos momentos la administración Trump, bajo la influencia decisiva de funcionarios de la línea dura, encabezada principalmente por Marco Rubio, Chris Landau, subsecretario de Estado y Mauricio Claver Carone, enviado especial para América Latina, está poniendo en acción una evidente guerra psicológica, con el fin de convencer a Nicolás Maduro de que la mejor opción que le queda es negociar los términos de su salida y la de su entorno más cercano.

El papel de Fox News

Esta estrategia de presión psicológica está viniendo acompañada de una agresiva política comunicacional que tiene como ancla principal a la poderosa cadena de televisión Fox News, medio muy afín a Donald Trump que está abocada a la tarea de dar a conocer a la opinión pública de Estados Unidos, usualmente ajena a los factores de provocación externos, las justificaciones, alcances e implicaciones de la política de deportación masiva y de seguridad a la que se ha aferrado la Casa Blanca.

Este gigante corporativo se encuentra haciendo una tarea específica. Está posicionando la narrativa según la cual existe una vinculación orgánica directa entre el régimen de Nicolás Maduro y el Tren de Aragua, como argumento para justificar la aplicación de la Ley de Enemigos extranjeros de 1798, y, con ello, la deportación sumaria, a El Salvador y otros lugares, de una cantidad importante de inmigrantes ilegales considerados miembros de la banda delictiva.  

La administración Trump ha sido de hecho muy crítica de otras corporaciones de la comunicación por no hacerse eco de este argumento. Medios informativos de gran peso en la opinión pública como The New York Times y The Washington Post han hecho referencia a un memorándum desclasificado difundido recientemente en el que se señala que la comunidad de agencias de espionaje de Estados Unidos “no consideran que la gestión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, controla la organización criminal del Tren de Aragua”. Al parecer, sólo una de estas agencias federales, el FBI, avala la versión de los artífices de la política de seguridad del presidente republicano.

Como a Donald Trump no le agrada que lo contradigan, ya es noticia pública que la directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, despidió hace pocos días a los dos principales responsables del Consejo Nacional de Inteligencia, luego de que éste presentara el memorándum citado con las conclusiones que contradicen los alegatos de Donald Trump para invocar la Ley de Enemigos Extranjeros.

Nadie sabe a ciencia cierta si la Casa Blanca ya ha tomado la decisión política de acabar con el régimen de Nicolás Maduro. Todo pareciera indicar que sí, y en ese empeño por ir convenciendo a la opinión pública acerca del peligro que representa el régimen venezolano para la estabilidad regional y la seguridad nacional de Estados Unidos, seguirá realizando un papel de primera relevancia la corporación noticiosa Fox News.

Basta complementar esta afirmación con hechos recientes. María Corina Machado fue entrevistada el pasado 11 de mayo por este medio de gran prestigio, oportunidad que aprovechó, entre otras cosas, para reforzar la tesis de la administración Trump de que Nicolás Maduro es el jefe del Tren de Aragua. Más importante aún, el espacio le sirvió a MCM para exponer al mundo, pero sobre todo a la opinión pública de Estados Unidos, la conveniencia de un cambio de régimen en Venezuela; uno que implicará convertir a nuestro país en la más grande oportunidad geopolítica, de seguridad y de inversión del hemisferio. Venezuela se erigiría como el aliado más confiable para  Estados Unidos.

Pero la cadena Fox News no se detuvo allí. En una entrevista realizada al secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright, este expresó que Donald Trump apuesta por la “fuerza” o la independencia energética para acabar con el régimen de Maduro. Recordó que el problema de Venezuela data de ya casi 25 años, previo a lo cual Caracas había sido un aliado clave de Washington, hasta que llegó Hugo Chávez al poder. No deja de llamar la atención el hecho de que sea este tipo de voceros quien anuncie la necesidad de cambiar la situación en Venezuela.

Finalmente, es obvio pensar que, con toda esta arremetida comunicacional, liderada por la cadena Fox News, el gobierno de Donald Trump está buscando aplicar la máxima presión psicológica posible en contra del poder de facto en Venezuela, con el propósito de sentar a Nicolás Maduro y su séquito para negociar los términos de su salida. Los hechos están allí, sanciones económicas, extracciones después de la caída del sol y muchas otras sorpresas que el régimen está lejos de sospechar.

Javierjdiazaguilera61@gmail.com  

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