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Hjalmar Schacht, un hombre de nuestro tiempo

Horace Greely Hjalmar Schacht nació en Tinglev, en 1877, fue en vida un economista  prestado en ocasiones a la cruel política del tiempo en que le tocó vivir, en la Alemania final de Otto von Bismarck  y los años transcurridos entre 1914 y 1945. Si bien vio la luz en Alemania, se trasladó siendo aún […]
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Horace Greely Hjalmar Schacht nació en Tinglev, en 1877, fue en vida un economista  prestado en ocasiones a la cruel política del tiempo en que le tocó vivir, en la Alemania final de Otto von Bismarck  y los años transcurridos entre 1914 y 1945. Si bien vio la luz en Alemania, se trasladó siendo aún muy niño a Estados Unidos, donde radicó hasta 1889. De retorno a su país, comenzó sus estudios financieros y de seguida se transformó en un destacado economista y fue miembro  por derecho propio de la comunidad de banqueros más relevantes  del país. En 1908 fue nombrado subdirector del Dredsner Bank, una de  las instituciones financieras  más sólidas de Alemania.

No hay duda de que su mayor logro en su larga y extraordinaria carrera, fue el haber terminado con la hiperinflación que destruía los salarios de las clases medias y obreros. En efecto, desde su cargo como comisario de temas monetarios (1923) porque el titular del Reichsbank, Havenstain, se negaba a reducir el crecimiento de la impresión de marcos sin respaldo alguno, y no se le podía expulsar de su cargo porque era un cargo vitalicio. Logró, sin embargo, parar la emisión monetaria de marcos sin respaldo y sustituirlo por el Rentenmark..

Al estallar la Primera Guerra Mundial, trabajó como asesor financiero del gobierno alemán de ocupación en Bruselas (1914-1915) y, en 1916, sería designado directivo del Reichsbank de Alemania (Banco Central). En 1929 dirigió la delegación alemana encargada de negociar en París la revisión de las reparaciones urgentes de guerra impuestas a Alemania tras la Primera Guerra Mundial. 

Las negociaciones fracasaron de entrada al negar Schacht el plan Young, el programa de reducciones propuesto por los aliados, que, no obstante, fue ratificado en el mes de enero de 1930.

Poco después, Schacht renunció a su puesto en el Reichsbank. Desde entonces, apoyó claramente la campaña ultraderechista para terminar con el régimen democrático de la República de Weimar. En este sentido, es bueno recalcar que los principales partidos eran el Comunista y el Nacional-Socialista de Hitler. Y los dueños de las grandes empresas e industrias alemanas jamás hubieran consentido votar por el Partido Comunista alemán (KPD). 

En 1931 estuvo entre los creadores del Frente Nacionalista de Harzburg, conformado por el Partido Nacionalsocialista y el Partido Nacionalista Alemán. Esta coalición preparó el camino para la toma del poder por la parte de Adolf Hitler en el mes de enero de 1933.

Tras el triunfo de los nazis, Schacht fue de nuevo nombrado presidente del Reichsbank,  el cual compaginó con el de ministro de economía (1934-1937). Durante sus años de trabajo en tal ministerio, fue el primordial responsable de los programas de empleo y rearme del régimen nazi en la etapa que antecedió a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su administración se vio casi obstruida desde 1936 por sus continuos choques y discusiones con Hermann Göring, quien dirigía de manera dictatorial la política económica alemana orientada a la guerra.

Los conflictos y desavenencias con Göring obligaron a Schacht a presentar su renuncia, mientras que sus relaciones con Hitler se deterioraban rápidamente, gracias a su oposición a supeditar la economía alemana al rearme acelerado. En 1939 fue destituido como presidente del Reichsbank. Durante la Segunda Guerra Mundial, Schacht sostuvo un combate oculto con Hitler. Al final, fue acusado de estar comprometido en el intento de asesinato consumado contra el Führer el 20 de julio de 1944, y en consecuencia fue enviado a prisión.

Después de  la ocupación aliada de Alemania, Schacht fue apresado de nuevo y sometido a juicio como criminal de guerra por el Tribunal Internacional Militar de Nüremberg. Pese a su implicación en el ascenso y triunfo del nazismo, fue absuelto. Como hecho curioso cabe destacar que a todos los procesados por los aliados se les hizo un test de inteligencia, y Schacht resultó con el mayor índice.

Durante la década de los años cincuenta volvió a ocuparse a las finanzas, fundando su banco en Düsseldorf y actuando como asesor financiero para los gobiernos de distintos países (Va a ir a Indonesia, Egipto y a otros múltiples estados sudamericanos). Se sabe también que el famoso millonario Aristóteles Onassis le nombró asesor económico suyo. 

No hay duda alguna que la vida de este economista alemán, poseedor de una vasta cultura, es fascinante desde cualquier punto de vista. Algunos le han criticado su cooperación con el rearme hitleriano, pero salió absuelto tanto por los aliados como por el Tribunal de Desnazificación. Su autobiografía (traducida al inglés) es un libro de lectura apasionante y obligada: Mis primeros setenta y seis años, Londres, Allan Wingate, 1955.  Es interesante destacar que después de haber vivido y padecido dos guerras mundiales, y haber contribuido a la creación del Banco Internacional de Pagos de Basilea, siguió trabajando y viajando a diferentes naciones para asesor a Bancos Centrales. Mientras otros únicamente quieren retirarse para no hacer nada. 

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