
Este verano hará un año de la salida de la política de Iván Espinosa de los Monteros. Salió de la política activa, a la que por ahora descarta volver, pero ejerce otro tipo de política, como la que se puede hacer desde la sociedad civil, con la convicción de que todos deben tomar conciencia e implicarse, "que la vida pública no se puede dejar solo en manos de los políticos".
Para aportar ideas precisamente ha lanzado su libro España tiene solución, que presentó el miércoles en Madrid junto a su excompañera en el Congreso, la popular Cayetana Álvarez de Toledo, y el periodista John Müller. Y parte de la premisa de que la situación actual no es irreversible, que "lo que tenemos por delante en realidad depende de nosotros mismos".
¿Cómo salimos de aquí? Es una de las preguntas que le lanzó el periodista moderador del coloquio. Entre las cosas que cree que hay que hacer, apuntó que lo que no es izquierda y separatismo "tiene que empezar por hacer un esfuerzo interno", por "ser capaces de cooperar, de colaborar, de apelar a los instintos más elevados". En lo que fue una interpelación a los partidos de la oposición.
"La izquierda apela a la envidia, al rencor, al odio, al desprecio al adversario....Lo que no es izquierda tiene que empezar a hacer un esfuerzo de dejar eso a un lado, por lo menos entre nosotros", defendió, llamando a volver a "vertebrar alianzas", a recuperar la convivencia entre los parecidos. Porque "tenemos un enemigo común", dijo en alusión a los políticos separatistas y de la izquierda y la extrema izquierda. Y hecho esto, animó también a "abrir aún más el enfoque, siendo tolerantes con el conjunto de los españoles", tratando de convencer al que piensa distinto dando la batalla cultural.
En esa línea, Álvarez de Toledo señaló dos problemas que padece España de manera particular: el nacionalismo y el «cainismo» o el guerracivilismo que se abrió con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En este contexto, considera que lo más difícil hoy es cómo se reconstruye en nuestro país la conversación entre españoles, cómo se restituye la verdad y cómo se reconstruye "la buena voluntad hacia el otro", cómo se ve "el suelo de valores o ideas comunes".
A su juicio, hay propuestas que si se mirasen sin prejuicios o fuera del prisma de las siglas de los partidos serían apoyadas por la inmensa mayoría de los españoles. Por ejemplo, cree que una mayoría de españoles no ve razonable que se compre el poder dando impunidad a los líderes del procés, o que se mantenga en el cargo al fiscal general del Estado pese a estar imputado, o que se pacte con un partido como Bildu.
La portavoz adjunta del PP en el Congreso subrayó la necesidad de tener claro el proyecto, "a qué aspiramos, qué queremos ser como país". En este sentido, dijo celebrar que su formación vaya a celebrar un congreso nacional en julio para debatir ideas y articular un proyecto político. Admitiendo que su objetivo es que el PP llegue a tener 176 escaños, recalcó que España necesita "un gran proyecto político y militantes de la democracia", a lo que animó a ser a cada uno mas allá de siglas.
También Espinosa de los Monteros apeló a los españoles a generar "una visión clara de lo que queremos" y a pedírselo a la clase política. No habló directamente de partidos durante el coloquio, sino en conjunto. De hecho, ironizó con que dejaría para un segundo libro decir a Vox qué tiene que hacer. Pero sí apeló a la responsabilidad individual, a que los ciudadanos empiecen a ejercer "sentido de Estado".
Aconsejó aprender de los "errores no forzados" de las elecciones del 23-J para no repetirlos en la próxima convocatoria electoral. Y animó a pedir un proyecto ilusionante y convincente, tanto que cuando haya elecciones "no nos podamos perdonar no ir a votar". "Seamos más exigentes con los nuestros, pidamos un punto más de ilusión, de optimismo, de concreción de los programas…", expresó Espinosa de los Monteros.