
El Vaticano presentó este sábado 8 de mayo la fotografía oficial y el escudo de armas del papa León XIV, marcando así el inicio simbólico de su pontificado.
La imagen, capturada en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, muestra al pontífice en pie, en actitud orante, sin mitra ni trono, reforzando el tono de recogimiento y sobriedad que ha caracterizado sus primeras apariciones.
León XIV luce la sotana blanca, la muceta color fucsia propia de los cardenales y una estola papal roja bordada en dorado. La escena, sin ornamentos modernos, remite a una estética clásica del Vaticano. Además, expresa, según observadores, un mensaje de continuidad, sencillez y contención.
Así es la imagen y el escudo oficial del papa León XIV

Junto al retrato, el escudo oficial del nuevo papa conserva el diseño que usó como obispo. Está dividido diagonalmente: en la parte superior destaca un lirio blanco sobre fondo azul, símbolo de pureza y consagración; en la inferior, un corazón atravesado por una flecha sobre un libro cerrado, inspirado en las Confesiones de San Agustín, con la frase: “Has traspasado mi corazón con tu Palabra” (Vulnerasti cor meum verbo tuo, en latín).
El lema “In Illo uno unum” (“En el único, uno”), también tomado de San Agustín, refuerza la visión eclesial del nuevo pontífice basada en la unidad en Cristo. El escudo se completa con la tiara de tres coronas y las llaves cruzadas de San Pedro.
"In Illo uno unum" son las palabras, pronunciadas en un sermón de #SanAgustín que León XIV eligió como lema episcopal. Una referencia al Obispo de Hipona también en el escudo con la imagen de un libro cerrado con un corazón atravesado por una flecha.https://t.co/Dx5Z2tF0Rp
— Vatican News (@vaticannews_es) May 10, 2025
El Vaticano también confirmó que la cruz pectoral que León XIV usó el día de su elección no proviene del tesoro litúrgico papal, sino que fue un regalo de la Curia General de la Orden Agustiniana. Esta cruz contiene cinco reliquias, entre ellas de San Agustín y Santa Mónica, y fue confeccionada por el artesano Antonino Cottone.
Las reliquias restantes son de Santo Tomás de Villanueva, del beato Anselmo Polanco y, finalmente, del venerable Bartolomeo Menochio.
Con estos símbolos, León XIV traza los primeros trazos de su pontificado: austeridad visual, fidelidad doctrinal y fuerte arraigo en la espiritualidad agustiniana.