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El Orden Mundial a 80 Años de la II Guerra Mundial: una llamada de alerta desde Alemania

El pasado 8 de mayo se cumplieron ochenta años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto bélico que dejó profundas cicatrices imborrables e inolvidables en la historia de la humanidad.  Muchos líderes europeos (Berlín/París/Londres) conmemoraron los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, destacando la importancia de la paz, la […]
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El pasado 8 de mayo se cumplieron ochenta años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto bélico que dejó profundas cicatrices imborrables e inolvidables en la historia de la humanidad. 

Muchos líderes europeos (Berlín/París/Londres) conmemoraron los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, destacando la importancia de la paz, la democracia y la unidad europea, así como la necesidad de aprender de los horrores del pasado. 

En Alemania, en un solemne acto conmemorativo en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán), el presidente federal alemán (socialdemócrata, desde el 19 de marzo de 2017), Frank-Walter Steinmeier, calmadamente alzó su voz con una claridad aguda, recordándole al mundo que las lecciones de aquel horror y de la dictadura nazi no son meros capítulos olvidados en los libros de historia, sino advertencias vigentes para nuestro presente, al expresar: "Ya hemos perdido la democracia en Alemania una vez". ¡Confiemos en nuestra experiencia! Defendamos nuestros valores. ¡No nos dejemos congelar por el miedo ahora! Demostremos nuestra autoafirmación".

Sus palabras resuenan con una fuerza particular en un mundo que, contradictoriamente, parece pretender peligrosamente con los fantasmas del pasado. "Sabemos a dónde conduce el aislamiento, a dónde conduce el nacionalismo agresivo y el desprecio por las instituciones democráticas", sentenció Steinmeier, evocando la trágica experiencia alemana de la pérdida de la democracia. 

Ese agudo llamado a confiar en la experiencia histórica, a defender los valores democráticos y a no dejarse paralizar por el miedo es un imperativo moral que trasciende las fronteras germanas y nos demanda a todos en el mundo.

Igualmente, la claridad del presidente alemán se extiende al señalar cómo, tras las conflagraciones y el genocidio de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad global construyó un orden internacional basado en el derecho, en el que las relaciones internacionales han sido científicamente interpretadas desde el paradigma estatista hacia enfoques más diversos (transnacionalismo, estructuralismo, entre otros) para reflejar los cambios en la realidad global. Sin embargo, este maravilloso andamiaje, que se erigió con el propósito de evitar futuras catástrofes similares, se encuentra hoy peligrosamente tambaleante.

En palabras de Steinmeier, las políticas actuales del expresidente estadounidense Donald Trump, son un alejamiento del orden internacional que su propia nación ayudó a forjar, y lo considera un "shock de proporciones inéditas", e interpreta que esta deriva de una potencia históricamente garante del multilateralismo siembra una seria y profunda incertidumbre sobre el futuro del sistema global.

Además, Steinmeier estableció que la conexión directa entre este debilitamiento del orden internacional y la brutal agresión rusa contra Ucrania merece fundamental atención. Al calificar este hecho como una "doble ruptura histórica" – la guerra de agresión rusa y la violación de valores por parte de Estados Unidos – el presidente alemán subraya el punto de inflexión que estamos viviendo. El "largo siglo XX", marcado por la búsqueda de un orden global tras las dos grandes guerras, parece haber llegado a su fin, abriendo paso a una era de incertidumbre y confrontación

La preocupación del mandatario alemán no se limitó solo a las acciones de actores externos. En Europa, señaló que “la fascinación por el autoritarismo” y “las tentaciones populistas” ganan terreno, erosionando la confianza en la democracia. Y en su propia Alemania, Steinmeier, advirtió sobre el fortalecimiento de facciones extremistas que burlan y desdeñan las instituciones democráticas y a sus representantes. 

Esta angustiada realidad, lamentablemente, nos refleja una situación nada ajena a nuestra propia Venezuela, donde el estado de derecho y las instituciones democráticas han sido sistemáticamente socavadas y las voces extremas se imponen para anular los derechos humanos.

Las palabras de Frank-Walter Steinmeier son un llamado urgente a la reflexión y a la acción. Estos 80 aniversario del armisticio alemán en la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo creía haber aprendido las lecciones del horror, nos enfrentamos a nuevos desafíos en el orden mundial que amenazan con desmantelar el precario equilibrio alcanzado. El auge de nacionalismos excluyentes, el desprecio por las instituciones democráticas y la erosión del derecho internacional son síntomas alarmantes de una regresión peligrosa.

Especialmente para Venezuela, un país en el que el siglo XX estuvo marcado por períodos de caudillismo y militarismo, lo que afectó la estabilidad política y el desarrollo del país, pero que discretamente experimentó un breve período de transición hacia una democracia en la segunda mitad del siglo, y que ahora está sufriendo en carne propia las consecuencias del autoritarismo y el debilitamiento de la democracia, el mensaje de Steinmeier resuena con una dolorosa familiaridad. 

La defensa de nuestros valores democráticos, la apuesta por el multilateralismo y el rechazo a cualquier forma de aislamiento, populismo y nacionalismo agresivo, deben ser pilares fundamentales de nuestra defensa.

Las palabras del presidente alemán son un faro en la oscuridad, recordándonos que la vigilancia constante, la defensa de los valores y la acción decidida son las únicas garantías para evitar repetir los errores del pasado y construir un futuro de paz y prosperidad para todos. En este aniversario luctuoso, las lecciones de la Segunda Guerra Mundial deben resonar con fuerza en cada rincón del planeta, incluyendo en nuestra Venezuela.

 

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