El gobierno de Estados Unidos dio un ultimátum de 72 horas a la Universidad de Harvard para que presente información sobre actividades “violentas” y protestas en las que sus estudiantes hayan estado involucrados. Si Harvard quiere recuperar su programa de matriculación de extranjeros, el cual fue revocado hoy por la administración del presidente Donald Trump, deberá cumplir con este requerimiento.
En una carta dirigida a la universidad, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, expresó que Harvard podría restablecer su certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio si cumple con una serie de requisitos dentro del tiempo estipulado.
“Este es un mensaje claro para Harvard y todas las universidades, de que la administración Trump hará cumplir la ley y erradicará los males del antisemitismo y el antiamericanismo en la sociedad y los campus”, enfatizó Noem en un comunicado.
This administration is holding Harvard accountable for fostering violence, antisemitism, and coordinating with the Chinese Communist Party on its campus.
It is a privilege, not a right, for universities to enroll foreign students and benefit from their higher tuition payments… pic.twitter.com/12hJWd1J86
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) May 22, 2025
Entre las solicitudes del DHS se encuentran vídeos, imágenes o audios relacionados con protestas violentas, o actividades pro palestinas que hayan ocurrido dentro o fuera del campus en los últimos cinco años, y donde se encuentren estudiantes con visas J1 y F.
La razón de esta medida se debe, según el DHS, a que la universidad ha permitido que “agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, entre ellas muchos alumnos judíos”.
Harvard enfrenta nuevos problemas tras demanda por financiación federal congelada
Es importante destacar, que este no es el primer inconveniente, pues el pasado mes de abril, Harvard presentó una demanda contra la administración republicana para recuperar su financiación federal, que había sido congelada por supuestas conductas antisemitas.
Harvard es una de las varias universidades —junto con Columbia y Princeton— cuya financiación ha estado en riesgo debido a informes del “Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo”, creado por Trump. Estas instituciones son acusadas por implementar políticas de “discriminación positiva” o por no ofrecer espacio a lo que el gobierno califica como “diversidad de ideas”.
