
El Gobierno de Donald Trump está preparando una reducción en las plantillas de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, lo que supondría una disminución de aproximadamente 1.200 efectivos, principalmente mediante la limitación en nuevas contrataciones, según reportó este viernes The Washington Post, citando fuentes anónimas cercanas al tema.
De acuerdo con estas fuentes, el plan ya ha sido comunicado a legisladores del Congreso y se aplicaría gradualmente a lo largo de varios años, afectando a organismos como la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Este ajuste no está relacionado con el controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, sino que busca frenar el reemplazo de los numerosos agentes que se jubilarán anticipadamente en los próximos años.
La propuesta de Trump
La existencia del proyecto fue revelada por The Washington Post tras conocerse que tanto la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, como el director de la CIA, John Radcliffe, han solicitado la eliminación de funciones redundantes.
Además, por orden directa de Trump, se han eliminado los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en estas agencias y despedido al personal vinculado a ellos, lo que ha llevado a 19 funcionarios de la CIA y de la Oficina de la Dirección de Inteligencia Nacional a demandar al Gobierno. Por ahora, un juez federal ha emitido una orden temporal que suspende esos despidos.
Estos recortes ocurren mientras la CIA busca aumentar sus capacidades de vigilancia sobre China y reforzar su lucha contra el tráfico de fentanilo, al mismo tiempo que la oficina dirigida por Gabbard ha alertado sobre intentos de espionaje por parte de potencias extranjeras, especialmente China, dirigidos a reclutar a exempleados del Gobierno federal de EE UU.