
Es sábado en la madrugada, y haciendo zapeo enganchas por la tele una transmisión en vivo del último evento del European Poker Tour. No has practicado nunca en tu vida este deporte, apenas eres capaz de entender quién gana o quién pierde, pero te encanta el buen rollo y la tensión que se vive en la mesa.
Seguramente más o menos todos hemos quedado prendados del póker por toda la mística que hay detrás: grandes premios, faroles donde alguien que debería perder termina ganando, lujo, Las Vegas.
El producto vende mucho, pero antes de adentrarse en un mundo como este nunca está de más recordar que la mejor manera de empezar en esto es desde el amateurismo. Sin conocimiento alguno, en el largo plazo es imposible ganar dinero. El póker requiere estudio minucioso si se aspira a tener beneficio.
Basta con recordar las palabras de un campeón como Daniel Negreanu: solo entre 2% y 5% de los jugadores terminan siendo profesionales y ganándose la vida con ello.
Una vez que tomamos la decisión de iniciarnos en el póker, resurge una pregunta que muchos se hacen y que intentaremos responder hoy: ¿es mejor el póker online o en vivo para los principiantes?
El póker online: la mejor manera de empezar a aprender
Imagínate que no has jugado al póker en tu vida, vas a Las Vegas y te apuntas para un torneo. O eres bastante despreocupado (si es en su justa medida, bien por ti) o vas a tener un ataque de nervios importante cuando te sientes en la mesa.
De hecho, si nunca has jugado no sabrás lo que está pasando, ni tan siquiera si estás ganando o perdiendo. Esto puede conducir a entorpecer el funcionamiento del torneo y quizás te lleves el enojo de alguno de los participantes.
Por eso, lo mejor, antes que nada, es leer una guía de introducción para conocer lo más básico. Una buena primera toma de contacto puede ser este artículo de Okdiario. Así aprenderás los valores de las cartas y podrás entender si estás en condiciones de ganar una mano con lo que tienes.
Otra buena idea, si deseas profundizar un poco más, es leer un libro como La teoría del póker, de David Sklansky. Esta obra te va a enseñar a calcular con fundamentos si tienes opción de ganar y qué es lo que mejor puedes hacer en cada situación.
Una vez comprendidos los fundamentos básicos, es el momento de registrarse en algún casino online. Como jugar sin dinero real cambia tu manera de apostar, seguramente lo mejor es empezar por torneos de poker en los que se apueste muy poco dinero. Así las pérdidas serán mínimas y podrás comenzar a saborear lo que supone este deporte.
Por ejemplo, existen muchos torneos de Sit and Go con una entrada que vale uno o dos euros. Estas competencias suelen durar cuando mucho dos o tres horas y son perfectas para practicar y aprender el valor de las manos.
Comenzar con un torneo de larga duración no es recomendable. El póker requiere muchísima paciencia, y focalizar tu atención ocho horas al día durante algunas jornadas consecutivas puede ser duro. Más aún con los tiempos que corren, en los que necesitamos estímulos constantes para vivir.
Otra de las ventajas del póker offline es que presumir es mucho más fácil. Sin la presencia física no existen señales de comunicación no verbal que nos delaten. Eso es clave para un novato, que posiblemente estará mucho más nervioso de lo habitual cuando se encuentre simulando que tiene una mano de valor.
Torneos en vivo: ¡a disfrutar de todo el show!
Cuando hayamos jugado un torneo de póker en un casino online, perdido una buena cantidad de veces y entrado en premios alguna que otra (hay que recordar que solo entre 10%-15% de los jugadores cobran algo en un torneo), es el momento de dar el paso. Ya podemos ir a un casino físico.
Evidentemente, uno tiene que ser consciente del dinero que pretende gastar. De lo contrario, luego pueden llegar los dolores de cabeza. Hay que ser realista y muy estricto con los límites que uno se impone.
Así pues, puedes consultar cuál es el casino que queda más cerca de tu casa, armarte de valor y de confianza y apuntarte para un torneo.
En muchísimos casinos hay algunos Sit and Go con entrada de 25-50 euros o torneos de un solo día por el mismo precio. Son cantidades razonables para disfrutar de la experiencia de jugar el póker en vivo.
Pocas sensaciones tan agradables hay en el deporte que ser capaz de colar un farol a tu rival gracias a tus dotes de interpretación con los que has podido mantener tranquilos todos los músculos. ¡Sal y disfruta!