El orden magnífico, la belleza y la previsión que por todas descubrimos en la Naturaleza, son capaces por sí solos de producir la creencia de un sabio y magnífico Creador del Universo y una convicción fundada que pasa al público en principios racionales
Immanuel Kant – Crítica de la razón pura
***
I La biotecnología en un contexto de nueva gobernanza
La filosofía a lo largo de la historia siempre ha debatido sobre el origen de la vida, la naturaleza, y todos sus componentes terrenales y universales. En ellos, hemos visto y analizado – algunos sin comprenderlos – escenarios biológicos, físicos, matemáticos, cuyas dimensiones o multidimensiones se han teorizado y llevado entre una disciplina convencional hasta efectos transdisciplinarios sobre los cuales, incluso la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, siglas en inglés) ha integrado los aspectos reales, estéticos y naturales como un oxigonio que a pesar de tener muchos estudios de sustentabilidad, también la ciencia presenta fisuras que no han sido suficientes para reacomodar los aspectos esenciales de la vida, así como las múltiples complejidades que a veces, ancladas en niveles de disfuncionalidad o desacuerdos por conceptos como la ética, han impedido que el estudio y transformación de valores como los asociados con la estructura del ADN, permitan avanzar hacia estadios superiores en el propio concepto de la humanidad, y por ende, sobre los estudios Así, una de las cosas que deben superar en su praxis, tanto la biotecnología como la nueva gobernanza está asociado con el método científico tradicional, el cual se ha enquistado en una lógica positivista y unidireccional, cuyo dogmatismo ha terminado por hacerlo ver; que cualquier discrepancia en las formas de investigación distintas con ésta sería antiético, e incluso violadora de las leyes en sus ámbitos humanos; lo que no sólo revela la reducción del pensamiento, sino que tal estadio, lo que significa es un estancamiento del capitalismo tradicional vertido en sus condicionamientos políticos, jurídicos y económicos, hacia sus entropías científicas; verbigracia, mantener tales posicionamientos en cuantías limitadas de investigación, lo único que hacen es desintegrar los componentes del crecimiento y desarrollo que los ámbitos de la neotecnología han permitido en la deconstrucción biotecnológica; y de allí que la nueva gobernanza, la misma que está integrando la suprageocomunicacionalidad y el cosmoestadismo se aparte de la tradicional epistemología del conocer, medir, contar y pensar; en vez del pensar, deconstruir, asociar y razonar.
En tal contexto, la biotecnología es el nuevo factor de la ciencia e investigación que busca no sólo romper con las viejas estructuras teóricas, sino que llevan la inteligencia humana en nuevos conglomerados de observaciones y datos que permitan romper las estructuras positivistas que aferradas con esquemas del método científico tradicional no han permitido que existan desarrollos técnicos especiales en áreas como la medicina o la neurología, y que por ende son espacios claves en la continuidad humana, máxime en espacios donde lo inductivo, con la nueva gobernanza requiere de factores permanentes en lo sistemático, y aguas abajo, para comprender la fenomenología en sus rasgos principales y con éstos generar las respuestas de espacios biológicos que necesitan ser estudiados y cambiados en sus estructuras y componentes como el ADN; y desde allí motorizar, transformar y dimensionar en ese oxigonio, lo que será la vida humana del siglo XXI apartada de antiguos axiomas y paradigmas, que han cumplido sus espacios; pero que ahora, cuando ya se está hablando y ejecutando posibilidades de robots “humanoides”, sería vacuo continuar en las mismas doctrinas científicas del siglo XX.
II Las ciudades de nueva gobernanza: una apertura desde la suprageocomunicacionalidad hacia la biotecnología y entre ambas una deconstrucción hacia el cosmoestadismo
La dimensionalidad filosófica y epistemológica al hablar de apertura entre la suprageocomunicacionalidad y la biotecnología, tienen sus equipolencias entre la complejidad y la transdisciplinariedad.
De esta manera, los factores del pensar y del pensamiento que rompieron sus realidades educativas y médicas, acentuadas con las realidades vividas durante y posterior al Covid-19; o sea, la ruptura académica y del conocimiento, vibró en un auge de aprendizaje virtual, que se ha consolidado en el último lustro, y que por lógica racional va continuar fortaleciéndose en los próximos años, razón por la cual, sería hasta un contrasentido evolutivo, decir que el mundo en todas sus manifestaciones humanas van a retomar o regresar en manera gestáltica hasta patrones superados. De allí, la nueva gobernanza, en sus espacios desde aguas abajo, en apoyo con la ciencia e investigación en todos sus niveles y áreas, y especialmente en (trans)disciplinas con prolegómenos fenomenológicos que van hacia la educación, el ambiente y la salud, son el eje de un oxigonio equilátero, que sustentado en forma horizontal, simplemente están rompiendo los viejos esquemas y principios como aquellos que Pascal señaló en su momento: “le coeur a ses raisons, que la raison ne connait point” -el corazón tiene razones que la razón no entiende para nada- es decir, la nueva gobernanza apunta hacia una hermenéutica distinta, impulsada precisamente por la biotecnología como una realidad tridente que también va a transformar la política y la economía, ambas desde el cosmoestadismo en sus estructuras administrativas, jurídicas y sociales.
En las ciudades de nueva gobernanza, sobre las cuales se están condensando los pensamientos filosóficos, científicos, académicos, económicos, financieros, artísticos, sociales, culturales, ambientales y tecnológicos, vemos, como lo político solo queda transformado como un integrante facilitador en la integración de las distintas maneras de pensar mencionadas, lo cual facilita que lo transdisciplinario y multidimensional pueda generar un mayor contexto de inversiones en las áreas de producción, bienes y servicios, lo que se convierte en determinante para un contexto diferencial con los antiguos Estados; razón por la cual, lo dialéctico y lo sistémico tendrán que agregar lo biotecnológico como otro factor esencial en los análisis de coyunturas, procesos y ejecución de procesos complementarios, donde todos están vinculados con la suprageocomunicacionalidad, y en consecuencia, estamos desde el esquema de la nueva gobernanza enfocados hacia una perspectiva integral donde el desarrollo económico y financiero, también será complemento de una ciencia e investigación que fundamenta la biotecnología como efecto armonioso y holista en cada estadio de desarrollo humano.
La fenomenología ha estado conceptualizada no como una disciplina intrínseca de complemento para la evolución humana, sino como un análisis de ésta; y eso en la ejecución de la nueva gobernanza es un propósito de permanente estudio y análisis porque no se puede desvincular cada acción y praxis sociológica de lo político, económico, ambiental y cultural, porque todos esos factores cambiaron sustancialmente en sus doctrinas y procesos con la llegada neotecnológica.
Por ello, aquella fenomenología de Husserl que materializó al inicio del siglo XX; como el resto de las doctrinas y teorías políticas, económicas y sociales, han cambiado sustancialmente, y el capitalismo como era conocido también por el hecho fenomenológico ha sido superado en cada nivel en su toma de decisiones, que a su vez, ante una avasallante (neo)tecnología – neo porque cada día se supera a sí misma, y ello impacta significativamente los estadios sociológicos -, y aquí la nueva gobernanza trasciende su éxito; y las capacidades de inversión en todas las áreas de tales ciudades; siendo Próspera un ejemplo del cómo están alineadas estas nuevas realidades en sus espacios de ciencia, investigación y sentidos como los estudios biológicos.
En consecuencia, la nueva gobernanza, en asociación con la suprageocomunicacionalidad y el cosmoestadismo están generando un acelerado proceso de cambios estructurales poscovid-19, que también serán parte de una fenomenología que estará orientando las inversiones de nuevas empresas y emprendedores donde la ciencia, la investigación y nuevos esquemas científicos permitan ver que la realidad biotecnológica es un centro, un proceso que marcará el desarrollo en este siglo XXI.
@vivassantanaj_
Nota: Investigación en desarrollo. Las instituciones o personas mencionadas no implica necesariamente se encuentren de acuerdo de manera parcial o total con las opiniones del autor.