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El Tribunal Supremo de EE UU congela 65 millones para programas de diversidad educativa

La decisión, tomada con cinco votos a favor y cuatro en contra, se produjo tras una orden temporal de un juez federal que limitaba la aplicación de estos fondos
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El Tribunal Supremo de Estados Unidos  respaldo este viernes a la Administración de Donald Trump al autorizar la congelación de 65 millones de dólares en subvenciones que el Departamento de Educación había destinado a programas sobre diversidad, equidad e inclusión.

La decisión del Supremo llegó después de que un juez federal emitiera una orden temporal que limitaba la aplicación de estos fondos por 14 días. Así, el alto tribunal accedió a la solicitud del gobierno con cinco votos a favor y cuatro en contra, para bloquear inmediatamente la implementación de la resolución del tribunal inferior.

Según informó The New York Times, estas subvenciones habían sido clave para colocar educadores en áreas desfavorecidas y rurales, con el objetivo de “reclutar una fuerza laboral diversa que reflejara las comunidades a las que servía”.

En febrero, el Departamento de Educación notificó a los beneficiarios mediante una carta que esos programas no estaban alineados con los “mejores intereses” del país, considerando factores más allá del “mérito, la justicia y la excelencia”.

Ocho estados demandan para proteger la financiación escolar

Ocho estados, incluyendo California y Nueva York, alzaron la voz contra estos recortes al presentar una demanda argumentando que debilitarían los distritos escolares tanto urbanos como rurales, obligándolos a depender de sustitutos a largo plazo.

En su fallo, el Tribunal Supremo dejó claro que los estados afirmaron contar con los recursos necesarios para mantener sus programas. Si logran ganar el caso, podrán recuperar la financiación congelada; si deciden no conservarlos, cualquier “daño irreparable” será responsabilidad suya.

El tribunal también consideró razonable el argumento del gobierno de que no podría recuperar los fondos ya gastados mientras se mantuviera vigente la orden del tribunal inferior.

Además, la Administración defendió su postura señalando que un único juez federal no debería tener la autoridad para dictar políticas nacionales, ni siquiera temporalmente.

Pam Bondi, Fiscal General de Estados Unidos, celebró el fallo del Supremo como una “victoria significativa”para Trump y para el estado de derecho.

“Este veredicto respalda lo que el Departamento de Justicia ha sostenido durante meses: los jueces federales locales no tienen jurisdicción para manejar los dólares de los contribuyentes, obligar al gobierno a desembolsar miles de millones o interrumpir unilateralmente la agenda política de Trump”, afirmó Bondi.

Con información de Efe.

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