
“Este es el mejor día de mi vida, mami”. Tenía unos 5 años, tal vez menos. Disfrazada de princesa de Disney, uno de los trajes más populares en estos carnavales 2025 en Caracas, la pequeña daba vueltas, incansable, en el medio del casco histórico de Petare.
Giraba y echaba un ojo por encima del hombro de su abuela, quien también la acompañaba. Giraba y sonreía. Estaba ilusionada porque ya era la hora del desfile y las comparsas. Actividades organizadas por el Municipio Sucre, en Miranda, como parte de los 15 eventos culturales que se celebraron entre el sábado 1 y el martes 4 de marzo para celebrar una de las fechas más esperadas del año por los niños: el Carnaval.
Así como Petare, la plaza Los Palos Grandes y la Bolívar de Chacao, el Boulevard de Sabana Grande, las inmediaciones de Plaza Venezuela, Los Próceres, El Hatillo y Baruta recibieron a miles de espectadores y participantes durante los cuatros días de celebración en las que la espuma, pinturas, bombitas y pistolas de agua, papelillo y serpentinas, fueron tan protagonistas en las calles como los disfraces.

Entre parques de diversiones y guerras de agua
El los Carnavales 2025 de Petare hubo actividades deportivas como fútbol y baloncesto, y recreativas con colchones inflables, carrozas, disfraces y comparsas. También hubo payasitas, música y cine comunitario.
Largas colas de locales y visitantes colmaban las calles y aceras. La gente se congregaba esperando los suntuosos vehículos y camiones decorados de un sinfín de figuras: animales, estrellas, máscaras y banderas.
Se paseaban de a poco recibiendo aplausos y elogios de los presentes quienes también aprovechaban de hacer sus filas para subirse a las atracciones del parque de diversiones mecánico recién inaugurado en las instalaciones de la plaza El Cristo de Petare. Era gratis.

Por su parte, los más grandes, ya adolescentes, corrían persiguiéndose jugando a las bombitas de agua. Nadie estaba a salvo. Mojarse, sonriendo y quedándose sin aliento, era la única opción.
Formaban “bandas” de secuaces y se organizaban para derrotar a los más débiles, quienes salían empapados de aquella guerra. Todo en sana diversión, una excusa para ser perseguido y no temer a las consecuencias.

Plazas caraqueñas, favoritas durante los carnavales
No solo las plazas, también los parques. Desde el Generalísimo Francisco de Miranda hasta Los Chorros con sus guías turísticos, y presentaciones en vivo de artistas como las Payasitas Nifu Nifa o David Magia en la Plaza Bolívar de Chacao, las actividades en la zona, estuvieron abarrotados de gente.
Los pequeños disfrutaron de colchones inflables, artes plásticas y elaboración de antifaces, globos magia, pinta caritas y concurso de disfraces para niños y mascotas.

La Sur de Altamira y la de Los Palos Grandes también fueron escenario de juegos y actividades recreativas de las que los padres también formaron parte.
De este segundo espacio, agradecían que la fuente estuviese aún fuera de servicio. No podían imaginarse, decían, sacando a sus niños del agua como si estuviesen en una piscina pública. Será para 2026.
Se vale todo
En el Bulevar de Sabana Grande y Plaza Venezuela fueron implacables. La mayor concentración de personas sorprendiendo a caminantes despistados –y no tanto– con inmensas pistolas de agua, explosiones de latas de espuma, papelillos y serpentinas, estaban allí. Escondidas entre vendedores ambulantes y pasillos de pequeños centros comerciales.

No hubo súplica que sirviera. El carnaval, en aquel lugar, fue sinónimo de mojarse de pies a cabeza, sin importar indumentaria o maquillaje.
Como si de un rito de iniciación se tratase, niños que apenas pasaban los 4 años perseguían a los más grandes, enfrentándoles con metralletas llenas de frío líquido incluso más grandes que ellos mismos. Ganaban todas las batallas. O los dejaban ganar, pero el resultado fue el mismo: todo el mundo se divirtió. Nadie pareció quejarse.
Parecía un desfile de camisas mojadas, pero también de disfraces bien trabajados. Para ellos, era algo serio.

Entre pequeñas burbujas tecnicolores, cientos de disfraces y máscaras que se vendían entre 1 y 20 dólares (dependiendo los acabados y la popularidad del personaje), diversidad de opciones gastronómicas como mango verde recién picado con adobo, quesillo fresco o churros, los visitantes lograron distraerse y disfrutar de la jornada. Sin planificación. Mágica.
Rusia en el carnaval de Caracas
El Paseo Los Próceres, según autoridades, congregó unas 100 mil personas en carnavales. Entre desfiles de las 50 carrozas y comparsas de las 22 parroquias de la capital, con un país invitado, Rusia, y los estados Sucre y La Guaira también presentes, la celebración en el oeste estuvo marcada por avasallantes números de música y baile.

"Nada que envidiarle a los de Río", comparaban quienes caminaban detrás de las garotas y garotos, cuya responsabilidad era amenizar, a su paso, a los transeúntes. Las decoraciones y puestas en escena estuvieron a la orden del día, convirtiendo el espacio en un torbellino de emociones.
Aquel pedacito de la ciudad se transformó. Entre caminerías, grandes faroles multicolores, banderines, luces y laberintos infinitos de colores neón, se contaban historias a través de disfraces, carrozas majestuosas y montajes.

Como el de la Parroquia Antímano, acrónimo derivado de los términos Atamanona y Amatima, nombres de los dos grupos indígenas que habitaban la localidad en la época precolombina. O la historia de Coche, el 23 de Enero, Altagracia o Caricuao, todas con sus personajes y montajes; unas obras de arte.
En Los Próceres la creatividad desbordó las expectativas. Superhéroes, princesas y animales fantásticos también en adultos mayores, dominaron el espacio. Las actividades se celebraron hasta bien entrada la noche, con muchos presentes disfrutando de kilómetros a la redonda también entre chucherías, oferta gastronómica y helados.

Este martes el "Retumba Caracas", desde las 6 de la tarde con la participación de artistas nacionales y foráneos, pero el espectáculo comenzó con presentaciones para niños y niñas una hora antes.
La sana diversión fue la protagonista. Hubo muchas Risas, bailes y juegos. La alegría se contagió en cada rincón. Las familias estaban unidas, compartiendo momentos inolvidables.
La ciudad se llenó entonces de energía positiva. Se escuchó decir que fue un carnaval para recordar y que Caracas demostró su espíritu festivo aunque "la masa no está pa'bollo".
Reinó el color y la inocencia. La sana diversión y la creatividad triunfaron, al menos hasta el 4 de marzo.

Imágenes de los carnavales en Caracas







