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Elecciones en dictadura: ¿Participar o abstenerse? Lecciones de Pinochet para la oposición venezolana

A raíz de la participación en las elecciones fraudulentas de Maduro por parte de algunos líderes y partidos políticos que se identifican como opositores, ha surgido un debate. Esto se ha intensificado tras la circulación de un video de Andrés Pastrana en redes sociales, donde se le observa entrevistando a Augusto Pinochet cuando era periodista […]
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A raíz de la participación en las elecciones fraudulentas de Maduro por parte de algunos líderes y partidos políticos que se identifican como opositores, ha surgido un debate. Esto se ha intensificado tras la circulación de un video de Andrés Pastrana en redes sociales, donde se le observa entrevistando a Augusto Pinochet cuando era periodista y conductor de televisión.

En la entrevista, Pastrana se refiere a Pinochet como "presidente", lo que ha sido utilizado por algunos para argumentar que un crítico de Maduro, como lo es Pastrana (quien posteriormente fue presidente de Colombia), reconoció a Pinochet con ese título. Así, han cuestionado por qué ellos, siendo opositores a Maduro, no pueden referirse a él de la misma manera. Este debate ha generado una discusión más amplia sobre la manera en que se debe abordar a los dictadores y si hay diferencias entre unos y otros.

En la actualidad, en Venezuela tenemos un dictador formal: Nicolás Maduro. Desde el 28 de julio, y específicamente el 30 de julio, Vladimir Padrino López violó el artículo 328 de la Constitución al jurarle lealtad a Maduro y utilizar a la Guardia Nacional para reprimir violentamente a la población. Durante esas jornadas de represión, hubo más de 2.000 arrestos y 26 fallecidos. Los arrestos fueron claramente políticos, pues entre los detenidos había miembros de mesa electoral. Todo esto constituye un golpe de Estado. Por lo tanto, técnicamente, Padrino es un golpista y Maduro, un dictador.

El debate, entonces, se centra en cómo debe comportarse la oposición en este escenario donde Maduro tiene el poder real. Es un gobernante de facto, pero ha creado un modelo político donde permite elecciones manipuladas para sostener su dictadura. Si bien estas elecciones son claramente falsas, forman parte de la estructura que emplea para dar una apariencia de legitimidad. Este es el dilema que enfrenta la oposición en Venezuela.

Dictadores y el rol de la oposición en su transición

Es importante destacar que todo sistema dictatorial necesita que algún sector de su propia tendencia sirva de puente entre la dictadura y un posible futuro democrático. En el caso de Pastrana y buena parte de la derecha de su tiempo, fueron los primeros en facilitar la transición que llevó al plebiscito donde Pinochet perdió y entregó el poder en 1988.

En el caso de Maduro, está claro que quienes más se le acercan son sectores de la izquierda, y se espera que estos grupos participen en su farsa electoral. La diferencia entre Pinochet y Maduro es que, durante la dictadura de Pinochet, no hubo elecciones democráticas para cargos locales, ya que las autoridades eran designadas directamente por el régimen militar. En cambio, Maduro maneja su dictadura casi como una monarquía: los únicos cargos intocables son él y el ministro de Defensa, mientras que el resto de los puestos están sujetos a un proceso electoral manipulado a su conveniencia.

Maduro permite ciertos espacios de participación a la oposición, principalmente en sectores de clase media o media alta, como en el este de Caracas y algunas ciudades más pequeñas. Sin embargo, aunque la oposición gane en varias regiones, ya sabemos que el sistema electoral decide al final. Elvis Amoroso simplemente escribió unos porcentajes a favor de Maduro sin siquiera molestarse en hacer que los datos parecieran creíbles.

Se espera que algunos jueguen el juego electoral de Maduro. La pregunta clave es: ¿lo harán para facilitar una transición democrática o para perpetuar al régimen? Si decides participar, deja claro que lo haces con el propósito de una transición y que eres consciente de que el modelo actual es una dictadura. Decirlo abiertamente mejorará tu imagen ante la historia y evitará que quedes petrificado como parte de la estructura de dominación que, tarde o temprano, caerá. Quizás no hoy, pero sí mañana, porque ese es el destino de todo régimen dictatorial y tiránico.

Por mi parte, llamaré a la abstención. No participar en la farsa de Maduro me parece lo más saludable, porque así su circo se reduce al tamaño ridículo de su propia base. Que vayan los asalariados y los que no tienen vergüenza. Francamente, no tiene sentido participar, además de que pone en peligro a la gente. La dictadura persigue y aterroriza a la población, y no hay garantías constitucionales. En definitiva, cualquier acto con Maduro es un peligro para un opositor.

Maduro: 6 meses como dictador formal

Aclaro que la dictadura de Augusto Pinochet en Chile duró 16 años y 4 meses, desde el 11 de septiembre de 1973 (cuando derrocó al presidente Salvador Allende en un golpe de Estado) hasta el 11 de marzo de 1990, cuando entregó el poder a Patricio Aylwin, quien ganó las elecciones democráticas de 1989.

Nicolás Maduro se convirtió en dictador formalmente el 28 de julio de 2024, cuando ejecutó un golpe de Estado al desconocer la victoria de Edmundo González y mantenerse en el poder con el respaldo de la Fuerza Armada. Desde ese día, Venezuela dejó de ser una república y pasó a ser una dictadura militar.

Si contamos desde esa fecha, Maduro lleva un poco más de 6 meses como dictador formal (desde el 28 de julio hasta el 13 de febrero de 2025). Sin embargo, su régimen autoritario comenzó mucho antes. Desde que asumió la presidencia en 2013, ha acumulado más de 11 años en el poder mediante fraudes electorales, represión y control absoluto de las instituciones.

La dictadura de Maduro es real 

Quiero poner énfasis en el hecho de que la dictadura de Maduro es extremadamente peligrosa. Las estadísticas no fallan y tenemos información confiable sobre el comportamiento de este dictador, como el hecho de que haya cometido tantos crímenes, que se mantenga impune, e incluso esté haciendo negocios con países considerados democráticos. Nicolás Maduro es un violador sistemático de los derechos humanos. Solo les voy a presentar una comparativa rápida de lo que ha hecho durante su período desde que fue elegido presidente en 2011 hasta ahora. 

En cifras, los resultados son horribles y la cantidad de crímenes cometidos durante su mandato solo se pueden comparar con los de Pinochet en este continente.

Datos comparativos

A continuación, se presenta una comparación entre las dictaduras de Augusto Pinochet en Chile (1973-1990) y Nicolás Maduro en Venezuela (2013-presente), enfocándose en desapariciones forzadas, exiliados políticos, arrestos arbitrarios y concentración de poder económico. Es importante señalar que las cifras exactas pueden variar según las fuentes y la disponibilidad de datos.

Desapariciones forzadas:

  • Augusto Pinochet: Durante el régimen de Pinochet, se registraron aproximadamente 3,200 víctimas de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
  • Nicolás Maduro: Entre 2018 y 2024, se reportaron 1025 desapariciones forzadas en Venezuela. 
  • 2018: 200 casos (Nicolás Maduro)
  • 2019: 524 casos (RFKHUMANRIGHTS.ORG)
  • 2020: No hay cifra exacta disponible.
  • 2021: Al menos 16 casos (Observatorio Venezolano de Violencia)
  • 2022: 246 casos (Observatorio Venezolano de Violencia)
  • 2023
    • Desde mayo de 2023 a abril de 2024, 28 casos (OHCHR)
    • Desde enero de 2023 a marzo de 2024, 18 casos (OHCHR) (Nota: estos casos podrían estar parcialmente contabilizados en los 28 mencionados anteriormente, asumimos sin duplicar)
  • 2024
    • 11 casos poselecciones presidenciales (julio de 2024)
    • 18 casos desde enero de 2023 a marzo de 2024 (OHCHR) (Nota: esto puede incluir casos de 2023, asumimos sin duplicar)

Totalización:

  • Con cifras exactas o estimadas disponibles: 
    • 2018: 200
    • 2019: 524
    • 2021: 16
    • 2022: 246
    • 2023: 28 (asumiendo que los 18 casos de 2023 a marzo de 2024 están incluidos en los 28 desde mayo de 2023)
    • 2024: 11 (poselecciones)

Total, estimado con datos disponibles: 1.025 casos de desapariciones forzadas entre 2018 y principios de 2024.

Notas:

  • Debido a la superposición potencial en los datos de 2023 y 2024, el total podría estar subestimado o sobreestimado dependiendo de la duplicación de casos.
  • Las cifras de 2020 y los aumentos "alarmantes" mencionados sin especificar un número exacto no están incluidos en esta sumatoria debido a la falta de datos precisos, sugiriendo que el número real podría ser más alto

Arrestos arbitrarios:

  • Augusto Pinochet: Durante el régimen de Pinochet, miles de personas fueron detenidas arbitrariamente. Las cifras exactas varían, pero se estima que más de 40.000 personas fueron víctimas de prisión política y tortura.
  • Nicolás Maduro: Entre 2014 y 2024, el régimen de tiene al menos 27.283  detenciones y desapariciones. 
  • Aquí tienes un resumen de las detenciones arbitrarias bajo el gobierno de Nicolás Maduro, año por año, con las fuentes correspondientes para cada cifra:
  • 2014: Más de 15.700 detenciones arbitrarias (FP).
  • 2015: No hay cifra exacta, pero se sabe de un contexto de represión (AI, HRW).
  • 2016: No hay cifra exacta, pero se menciona un aumento en la represión (AI, HRW).
  • 2017: Más de 5.000 detenciones arbitrarias (FP).
  • 2018: No hay cifra exacta, pero se sabe que la represión continuó (AI, HRW).
  • 2019: 2.014 detenciones arbitrarias (FP).
  • 2020: No hay cifra exacta, pero la represión persistió (AI, HRW).
  • 2021: No hay datos detallados (AI, HRW).
  • 2022: No hay cifra exacta (AI, HRW).
  • 2023: Más de 2,000 detenciones arbitrarias (AI).
  • 2024: Más de 2,400 detenciones arbitrarias en tres semanas después de las elecciones presidenciales (AI).
  • 2025: Hasta el 13 de febrero, 169 detenciones arbitrarias por razones políticas en los primeros siete meses de 2024 (FP).
  • Totalización:
  • Con cifras exactas o estimadas disponibles: 
  • 2014: 15,700 (FP)
  • 2017: 5,000 (FP)
  • 2019: 2,014 (FP)
  • 2023: 2,000 (AI)
  • 2024: 2,400 (AI)
  • 2025 (hasta 13 de febrero): 169 (FP)
  • Total estimado con datos disponibles: 27,283 detenciones arbitrarias desde 2014 hasta principios de 2025.
  • Leyenda de Fuentes:
  • FP: Foro Penal
  • AI: Amnistía Internacional
  • HRW: Human Rights Watch
  • Este número no incluye los años para los que no se tienen cifras exactas, lo que sugiere que el número real de detenciones arbitrarias podría ser considerablemente más alto. Además, estas detenciones se han caracterizado por acompañarse de tortura, malos tratos y violaciones a los derechos humanos.

Ejecuciones extrajudiciales

Resumen comparativo de las ejecuciones extrajudiciales bajo los regímenes de Nicolás Maduro en Venezuela y Augusto Pinochet en Chile:

Nicolás Maduro (Venezuela):

  • 2018: Según el informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, hubo 5,287 muertes violentas clasificadas como "resistencia a la autoridad", muchas de las cuales podrían considerarse ejecuciones extrajudiciales.
  • 2019: La ONU documentó 7,523 casos de ejecuciones extrajudiciales.
  • 2022: Se denunció que las fuerzas de seguridad asesinaron a 824 personas en este año, con muchas de estas muertes constituyendo ejecuciones extrajudiciales.
  • 2023: Hubo 472 ejecuciones extrajudiciales registradas en el primer trimestre del año.
  • 2013-2023: Provea reportó que en esta década hubo 10,085 ejecuciones extrajudiciales por parte de policías y militares.

Augusto Pinochet (Chile):

  • 1973-1990: Durante los 17 años de la dictadura de Pinochet, se confirmaron 3,000 muertes por violaciones a los derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, según la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig). 
  • No existen datos detallados año por año, pero se sabe que durante los primeros años de la dictadura, especialmente en 1973 y 1974, hubo un número significativo de ejecuciones extrajudiciales, aunque las cifras exactas son difíciles de precisar debido a la naturaleza clandestina de estos actos.

Resumen comparativo:

  • Maduro ha sido acusado de una cantidad significativamente mayor de ejecuciones extrajudiciales en un período de tiempo mucho más corto que la dictadura de Pinochet
  • Los informes de la ONU, organizaciones de derechos humanos, y ONGs como Provea en Venezuela proporcionan cifras que sugieren que el número de ejecuciones extrajudiciales durante el régimen de Maduro ha superado el total de la dictadura de Pinochet en algunos años individuales.
  • La metodología de recolección de datos y la documentación de estos eventos difieren entre ambos contextos, lo que puede afectar la comparabilidad directa de las cifras. Sin embargo, el consenso es que la violencia estatal en Venezuela bajo Maduro ha sido extremadamente alta, particularmente en zonas pobres y contra opositores políticos.

Este resumen refleja la gravedad de las violaciones a los derechos humanos en ambos regímenes, destacando un patrón de uso de la fuerza letal por parte de las instituciones estatales contra ciudadanos, aunque en contextos históricos y políticos distintos.

Concentración de poder económico:

  • Augusto Pinochet: La dictadura de Pinochet implementó políticas neoliberales que llevaron a una significativa privatización de empresas estatales. Se redujo el número de empresas estatales de 596 en 1973 a solo 49 en 1989, lo que resultó en una mayor concentración de riqueza y profundización de las brechas sociales y económicas. 

redalyc.org

  • Nicolás Maduro: El régimen de Maduro ha mantenido un control significativo sobre la economía, con una fuerte presencia estatal en sectores clave como el petróleo. Sin embargo, la corrupción y la mala gestión han llevado a una crisis económica, hiperinflación y escasez de bienes básicos, afectando gravemente a la población.

Exiliados políticos:

  • Augusto Pinochet: Se estima que alrededor de 200,000 chilenos se exiliaron debido a la persecución política durante la dictadura.
  • Nicolás Maduro: La crisis venezolana ha llevado a más de 6 millones de personas a abandonar el país, aunque no todas son consideradas exiliadas políticas. Las cifras exactas de exiliados políticos son difíciles de determinar, pero se reconoce un número significativo de opositores que han huido para evitar represalias.

Cuadro comparativo con la información proporcionada:

 

  • Los datos de Pinochet son acumulativos para todo su régimen, mientras que para Maduro, las cifras anuales se suman para dar un total específico de los años mencionados.
  • La precisión de las cifras de Maduro puede variar debido a la falta de datos exactos en algunos años y la posible superposición de casos en los registros de desapariciones forzadas.
  • En cuanto a las ejecuciones extrajudiciales, se debe tener en cuenta que las metodologías de recolección de datos pueden diferir entre ambos contextos, lo que afecta la comparabilidad directa de las cifras.

Este cuadro refleja una visión comparativa de las violaciones a los derechos humanos bajo ambos regímenes, aunque es importante considerar el contexto histórico y político de cada caso para una comprensión más completa.

Indicadores económicos:

  1. Crecimiento del PIB:
  • Pinochet (Chile, 1973-1990):
    • Promedio Anual del PIB per cápita: Aproximadamente 1,3% de crecimiento anual, con años de crisis económica (como 1982) y otros de recuperación.
    • Crisis y Recuperación: Hubo una crisis económica significativa en 1982, con una caída del PIB de alrededor de 14%, pero en los años siguientes, especialmente tras la implementación de reformas económicas neoliberales, hubo períodos de crecimiento.
  • Maduro (Venezuela, desde 2013):
    • Promedio Anual del PIB per cápita: Desde 2013, el PIB per cápita en Venezuela ha experimentado una contracción severa. En 2019, el PIB se contrajo un 35%, una de las peores caídas en la historia económica reciente.
    • Hiperinflación: La inflación anual en Venezuela ha alcanzado cifras astronómicas, con un pico de 10.000.000% en 2019 según el FMI, aunque en años recientes ha disminuido, pero sigue siendo muy alta.
  1. Desempleo:
  • Pinochet:
    • El desempleo varió significativamente, con picos durante las crisis económicas, alcanzando hasta el 30% en 1983, pero disminuyendo a niveles más bajos hacia el final de su régimen.
  • Maduro:
    • La tasa de desempleo oficial ha sido reportada alrededor del 7-8% en algunos años, pero estas cifras son cuestionadas debido a la informalidad extrema y la emigración masiva; algunas estimaciones no oficiales sugieren cifras mucho más altas.
  1. Pobreza:
  • Pinochet:
    • La pobreza aumentó significativamente en los primeros años de la dictadura debido a la crisis económica, pero hacia finales de los 80's, las políticas económicas comenzaron a reducir los niveles de pobreza, aunque con un incremento en la desigualdad.
  • Maduro:
    • La pobreza extrema ha aumentado dramáticamente, con el Banco Mundial estimando que en 2020, más del 65% de la población vivía bajo el umbral de pobreza, una reversión significativa comparada con años anteriores donde Venezuela tenía índices de pobreza mucho más bajos.
  1. Inversión Extranjera Directa (IED):
  • Pinochet:
    • A pesar de la represión y de la imagen internacional, Chile comenzó a atraer IED, especialmente hacia el final del régimen, gracias a la apertura de la economía y las reformas liberales.
  • Maduro:
    • La IED ha caído drásticamente, con cifras negativas debido a la nacionalización de empresas, el control estatal sobre la economía, la corrupción, y la inestabilidad política.
  1. Valor de la moneda:
  • Pinochet:
    • El peso chileno sufrió devaluaciones significativas, especialmente durante la crisis de 1982, pero se estabilizó con políticas económicas posteriores.
  • Maduro:
    • El Bolívar ha perdido valor catastróficamente, con una devaluación acumulada que lo ha convertido en una de las monedas con menor valor en el mundo.

Notas:

  • Contexto: Pinochet gobernó en un periodo de Guerra Fría con políticas económicas influenciadas por el neoliberalismo, mientras que Maduro ha enfrentado sanciones internacionales, caída de precios del petróleo, y una crisis política interna.
  • Inflación: La hiperinflación bajo Maduro no tiene precedentes en la era contemporánea de Pinochet, lo que distorsiona cualquier comparación directa de valores monetarios.

Estas cifras son estimaciones y deben ser vistas en el contexto de cambios metodológicos, manipulación de datos por los regímenes, y las diferentes fases económicas que atravesaron ambos países bajo sus respectivas dictaduras.

En resumen, aunque ambos regímenes han sido responsables de violaciones significativas de derechos humanos y concentración de poder, las dinámicas y contextos económicos y políticos presentan diferencias notables.

Para saber más sobre cómo proceder en estas elecciones, recomiendo leer mi post: ¿Qué hacer? ¿Debería la oposición participar en las elecciones de Maduro, que conducen a la esclavitud y fueron previamente manipuladas con fraude y golpe de Estado? https://x.com/estebanoria/status/1890149482601542029

Ante esta situación, cabe preguntarse: ¿vale la pena que la oposición participe en este juego electoral?

Para responder a esta cuestión, comenzaré con un análisis comparativo entre las dictaduras de Augusto Pinochet en Chile y Nicolás Maduro en Venezuela, centrándome en la transición democrática chilena como caso de estudio.

Si bien Pinochet y Maduro provienen de ideologías opuestas (derecha e izquierda, respectivamente), sus regímenes comparten patrones similares de represión, violaciones de derechos humanos, desapariciones forzadas y exilio de opositores. Sin embargo, Chile logró una transición democrática tras el plebiscito de 1988.

A continuación, analicemos cómo ocurrió esta transición y qué lecciones pueden extraerse para el caso venezolano.

Caso de estudio: Transición democrática en Chile (1988-1990)

  • Contexto: Chile vivió una dictadura militar bajo Augusto Pinochet desde 1973. La transición comenzó con el plebiscito de 1988, donde la población votó en contra de la continuidad de Pinochet.
  • Resistencia interna:
    • Organización de la oposición: Partidos políticos y movimientos sociales se unieron en la Concertación de Partidos por la Democracia, articulando una estrategia unificada.
    • Campaña del "No": Uso de medios de comunicación y movilización masiva para promover el voto en el plebiscito, aprovechando el espacio político limitado que ofrecía el régimen.
    • Presión social: Protestas pacíficas y desobediencia civil, lideradas por estudiantes, sindicatos y grupos religiosos, aumentaron la presión sobre el régimen.
  • Presión internacional:
    • Sanciones y aislamiento: Estados Unidos y países europeos impusieron sanciones económicas y restringieron la ayuda militar, debilitando al régimen.
    • Apoyo a la oposición: Organismos internacionales y ONG extranjeras financiaron campañas de educación cívica y observación electoral.
  • Lecciones para Venezuela:
    • La unidad de la oposición es crucial, algo que ha faltado en Venezuela debido a divisiones internas.
    • Las elecciones, aunque manipuladas, pueden ser un punto de inflexión si se combinan con movilización masiva y observación internacional.
    • La presión internacional debe ser coordinada y sostenida, pero en el caso venezolano, aliados como Rusia y China complican el aislamiento del régimen.

Cuando una alternativa de transición democrática, como las elecciones manipuladas acompañadas de movilización masiva y observación internacional, falla —como ocurrió en las elecciones de Venezuela el 28 de julio— se debe reconsiderar la estrategia y adaptarse a las nuevas realidades. En el caso de Venezuela, donde el fraude electoral fue evidente y la movilización masiva no alcanzó a ser efectiva por la falta de unidad opositora y la represión, se deben tomar medidas adicionales para seguir adelante en la lucha por la democracia.

Aquí les sugiero algunos pasos a seguir en este escenario:

  1. Reconocimiento del golpe de Estado y la dictadura

La oposición debe reconocer abiertamente que el régimen de Nicolás Maduro ya no es una administración democrática, sino una dictadura consolidada tras el golpe de estado. No se debe seguir la ilusión de que las "elecciones" o negociaciones puedan devolver a Venezuela a la democracia bajo el régimen actual. Esto requiere un cambio de enfoque: pasar de la protesta electoral a la resistencia activa.

  1. Resistencia activa y movimiento de Unidad

La unidad de la oposición es fundamental. Las divisiones internas que han existido en Venezuela deben ser superadas, como ocurrió en Chile con la Concertación de Partidos por la Democracia. Si no hay un frente unido, la oposición quedará desarticulada y será fácilmente fragmentada por el régimen. La resistencia debe ser más que electoral: debe ser social, política y cultural.

  1. Movilización masiva no violenta

Aunque la movilización masiva no haya logrado su objetivo en el pasado, la resistencia no debe cesar. Es crucial utilizar tácticas de desobediencia civil, huelgas generales, y protestas pacíficas. La historia muestra que la presión social puede socavar incluso a las dictaduras más opresivas, como ocurrió en Chile.

  1. Aislamiento internacional y presión diplomática

Al igual que en Chile, la comunidad internacional debe redoblar esfuerzos para aislar diplomáticamente al régimen de Maduro. Esto implica una presión constante a través de sanciones, apoyo a la oposición en términos de diplomacia y ayuda económica, y la presión de organismos internacionales y gobiernos democráticos para hacer más difícil la supervivencia del régimen.

  1. Llamado a la comunidad internacional para el reconocimiento de la dictadura

Si la observación electoral no logró frenar el fraude, entonces la comunidad internacional debe aumentar su enfoque en la denuncia pública de la dictadura. Las denuncias de violaciones de derechos humanos y la represión de la libertad de expresión deben ser parte central de la agenda internacional.

  1. Alternativas no electorales: reconstrucción de instituciones

Dado que las elecciones ya no son una vía legítima en este contexto, la oposición debe comenzar a considerar alternativas para reconstruir las instituciones del país de forma paralela al régimen. Esto podría incluir la creación de un gobierno de transición en el exilio o la formación de estructuras paralelas de poder que puedan organizarse en caso de una eventual transición.

  1. Fortalecimiento de la sociedad civil y movimientos populares

La oposición debe trabajar en fortalecer la sociedad civil, no solo los partidos políticos. Esto incluye el fortalecimiento de los sindicatos, los movimientos estudiantiles, los grupos religiosos y las organizaciones no gubernamentales. Estos actores pueden ser clave en un proceso de resistencia constante y en la construcción de una cultura democrática.

  1. Uso de tecnología y comunicación alternativa

Como se demostró en Chile, los medios de comunicación son fundamentales en la lucha política. El régimen de Maduro controla los medios tradicionales, pero la oposición debe aprovechar las plataformas digitales, redes sociales, y otros medios de comunicación alternativos para seguir transmitiendo su mensaje. La información es poder y debe ser compartida tanto dentro como fuera del país.

En resumen, cuando las elecciones manipuladas y los intentos de movilización masiva no logran el objetivo, es necesario que la oposición venezolana adopte una estrategia de resistencia activa y lucha constante, ampliando el apoyo internacional y reforzando la unidad interna. El camino hacia la democracia en situaciones como la de Venezuela es largo y complejo, pero la historia muestra que no todo se pierde con una derrota electoral.

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