Aunque OpenAI, la empresa dueña de ChatGPT, haya declarado a través de su alta gerencia que considera estimulante tener un nuevo competidor en las huestes de la Inteligencia Artificial, la aparición de DeepSeek, el nuevo modelo chino, destrozó los mercados bursátiles la semana pasada y ha generado una expectativa inigualable entre los tecnólogos del planeta y el universo de los usuarios.
El caso es que el lanzamiento de DeepSeek ha sido disruptivo en el mundo de lo tecnológico, posiblemente porque entre los neófitos y también entre los conocedores es generalizada la creencia de que todo lo que es nuevo en esta materia supera a lo ya existente. Esta es una verdad a medias porque en este terreno los hallazgos se producen a toda velocidad: ChatGPT fue puesto en operación apenas 26 meses atrás.
La verdadera razón del pánico mundial en el sector se atribuye al hecho de que la aplicación china dispone de dos grandes virtudes que son una fortaleza en comparación a lo ya existente: un código abierto y un costo más bajo que OpenAI.
El que la aplicación sea de código abierto permite a los desarrolladores acceder, modificar y mejorarla sin restricción de ningún género, siendo esto una ventaja ante modelos que son herméticos. Cualquiera está, entonces, facultado para abrir el código, para diseñar documentos o usarlo de manera enteramente libre. Pero hay más que eso. Es un hecho cierto que el último modelo de DeepSeek solo utiliza 2.000 chips de Nvidia, mientras que OpenAI usa decenas de miles o cientos de miles de chips para los suyos.
La más importante, quizá, de las diferencias notables entre DeepSeek y otras compañías del sector es que al ser esta una empresa china es de carácter multilingüe, lo que la hace más amigable para el vastísimo público chino. Cualquier otro modelo de IA es únicamente desarrollado en inglés. Sin duda, un considerable punto comercial a favor.
Pero por otro lado, el origen chino de la tecnología limita su enfoque, pues se orienta en función de la cultura y el lenguaje chino. ChatGPT tiene, por su lado, un foco en contenidos mucho más globales, es decir, cuenta con una comunidad de desarrolladores que lo soporta y que contribuye a su mejoramiento e innovación continua. Ello sin decir que la alianza con Microsoft y otras importantes empresas tecnológicas es también un elemento a contar para ganar la confianza de los usuarios.
La visión empresarial de más largo plazo en la creación de DeepSeek hace pensar que será un competidor de mucha fuerza. Esta tecnología hace especial hincapié en el dominio de la AGI (Inteligencia Artificial General), lo que es un campo de investigación teórica de la IA que se especializa en crear software con inteligencia similar a la humana y, sobre todo, con la capacidad de autoaprendizaje.
Herramientas de inteligencia artificial hay muchas y su competitividad será puesta a prueba en la medida en que su uso se generalice. Hasta el presente ChatGPT ha demostrado ser superior a otras que son parte ya de la vida cotidiana de los individuos, como es el caso de Alexa o de Siri o DeepFake, que trasplanta en imágenes el rostro de unos al cuerpo de otros.
Nos encontramos apenas en los prolegómenos de una batalla que puede ser tan larga como interesante. A fin de cuentas, lo sensato es pensar que ambas iniciativas van a coexistir en nichos de mercados parecidos pero no idénticos.