El hecho que un ciudadano cualquiera, mucho más quien dice ser presidente con mando de tropas, hable de guerra civil entre venezolanos debería ser motivo de unión nacional; no solo rechazar esa declaración o sabotearle los equipos de represión y pedir que las órdenes de ese loco y quienes lo acompañan sean escritas; debemos unirnos para desobedecer y detener, aprovechando el 10 de enero, a ese maldito; pretende colocar un cargo político provisional por encima de la vida de todos los venezolanos; los que mantienen engañados y el resto del país.
Un presidente que imagine o sepa que viene una guerra civil por dudas sobre votos y actas debería evitarla a toda costa; hacerlas públicas si es necesario y resolver el conflicto contando los votos. El bienestar del país está por encima de cualquier cargo político; existen unas dudas razonables; la oposición tiene actas y el CNE publicó números diferentes.
Esa amenaza de Maduro de utilizar a los militares y sus equipos contra el ciudadano es un delito; mucha es la diferencia con Edmundo González y María Corina Machado que piden no reprimir al pueblo e impedir una confrontación entre militares; ¿qué político quiere al ciudadano y a los militares?, los que piden no reprimir o quienes llaman a guerra civil, a matarse entre militares para mantenerse.
El país espera que se juramente como presidente el ciudadano más votado; Edmundo González Urrutia mostró las actas; sin embargo, Nicolás Maduro las oculta; no quiere dejar Miraflores, por qué no pelea el reenganche al puesto de chofer del Metro; igual que Diosdado, lucha por seguir manejando el poder y dinero desde la política, por qué no continuó la carrera militar como los demás compañeros del 4 de febrero; no son gafo ni idiota como los militares que se dejan usar para mantenerse.
Maduro, Diosdado y Padrino López hablan libremente de guerra civil y están escalando en movilizaciones militares internas; ellos prefieren una confrontación contra los militares y la sociedad que votaron por el cambio, en vez de mostrar las actas; saben que perdieron y los tres sin poder son cobardes; pero todos sabemos eso.
Maduro se robó el bienestar y seguridad social del militar, ellos quiere servir a la patria, no vivir en la miseria con bonos junto con su familia, la vergüenza de alimentar a sus hijos con una bolsa de comida de mala calidad; por eso votaron por el cambio; es un deber patrio sabotear los vehículos y equipos usados para la represión, que no de tiempo al régimen de repararlo y utilizarlos en enero contra el pueblo y su propia familia que también saldrán a la calle a buscar el cambio, ya se han logrado colocar muchos vehículos inoperativos, pero deben ser más.
Cualquier dislocación del aparato represivo del régimen es importante al nivel que sea, para impedir la confrontación; nada más heroico y valiente que impedir que un tirano utilice equipos y vehículos miliares represivos contra el pueblo; si los generales u oficiales aliados de Maduro tienen las llaves, que sean de vehículos y equipos inoperativos.
Desobedezcan las órdenes ilegales y solicítenlas por escrito a sus jefes, estos inmorales se cuidan de no escribir nada que los comprometan; si son por algún medio digital tomen los captures; la mayoría de ellos son cobardes e irresponsables y utilizan el destructor automático de mensajes para cubrirse de lo que ordenan.
Los militares que Maduro quiere colocar de seguridad y de escudo humano; deberían estar interesados en que esta lucha no sea armada, porque no saben quiénes están con el cambio, pero ellos si saben que usted está con el dictador; todo el que esté con Maduro y Diosdado está en peligro.
Esta lucha debería ser política y ciudadana, contar los votos; cuando mucho, la barbarie debería ser con piedra, palo y puños, pero nunca con las armas de la república; todas las armas dentro del país son responsabilidad de Padrino López como ministro de la Defensa.
A los militares le exigen montar guardia, pasar tiempo sin su familia, arriesgando la vida, madrugar diariamente, estudiar y cumplir con todos los cursos; como se va a dejar mandar por Maduro; que esconde los votos en su contra, que carece de pundonor, corrupto, de relajada conducta, que utiliza a los militares para sus infames vicios; Padrino López y el alto mando lo obedecen porque están administrando mucho dinero y otros negocios ilícitos.
El irresponsable de Nicolás Maduro y algunos funcionarios violadores de los derechos humanos, decidieron aplicar un método contra la población venezolana llamado Sippenhaft; política de represión y castigo nazi, donde culpa a la familia o responsabiliza a los familiares de políticos y militares descontentos; crearon una lucha no convencional y sucia, como si ellos no tuviesen familia y hogares.
La GHP, el Sebin y la DGCIM son los principales testigos de las grandes manifestaciones espontáneas por el cambio y de las pequeñas manifestaciones de apoyo obligado y coaccionados a favor de Maduro. Los que están en estos organismos represivos y no están de acuerdo con la dictadura, saben qué tipos de jefes y compañeros tienen; es momento de pensar y decidir; si apoyar a Maduro para que siga robando los recursos del pueblo, torturando y maltratando a la sociedad civil y militar o abandonarlo a su suerte, que recoja lo que ha sembrado durante tantos años.
Existen propuestas para aquellos funcionarios que se desliguen del dictador y apoyen activamente la transición, disminuir la resistencia y sabotear desde adentro la estructura represiva, inundarlo de información falsa; estamos entre blanco y negro, con la libertad o con Maduro; el pueblo sabe todo y de todos, quédense ese día en su casa, apaguen el teléfono, cuidando a sus familiares, evitando que la población los relacione con los violadores de los derechos humanos; esa acción de rebeldía será apremiada por el pueblo y el nuevo gobierno.
Queremos traerlos al servicio de la democracia; hemos mantenido un monitoreo intenso sobre estas organizaciones, sabemos que en los militares y funcionarios de estas instituciones se enfocaron los esfuerzo de adoctrinamiento político-ideológico, con grandes inversiones en cursos y viajes a los países más totalitarios del planeta; pero solo un grupito muy minúsculo ven a los opositores como enemigos y están envueltos en crímenes de lesa humanidad.
Muchos son profesionales expertos en seguridad de personalidades y del Estado, son útiles y eficientes en sus funciones; recompensar aquellos que a pesar de estar en organismos reestructurados para violar los derechos humanos en nombre de la revolución, no se dañaron y han respetado lo que dice la Constitución; esto debe hacerse efectivo una vez que Maduro salga del poder y pueda el nuevo presidente ordenar y ejecutar. En estos momentos tan complejos es necesario reforzar a quienes tienen valores positivos y no opongan resistencia al cambio.
En el pueblo venezolano reside intransferiblemente la soberanía y voto mayoritariamente por el cambio; conocen las debilidades desde adentro del régimen; los días venideros son cruciales en nuestra historia como país, ustedes también son víctimas; Existen garantías, muchos militares que estuvieron con Chávez, están trabajando por rescatar de la democracia, el valor de la Fuerza Armada y de la carrera militar; Aquellos militares sancionados por Estados Unidos, saben que con su actuación a favor de la democracia, sus sanciones serán levantadas, el general Manuel Cristopher Figuera es un ejemplo.
Les recuerdo la frase del reverendo Martín Luther King, Jr: “Nunca olvides que todo lo que hizo Hitler en Alemania era legal”, una reflexión que nos recuerda que personas como Maduro, desequilibradas mental y mitómano, pierde el alma humana, se corrompen con el poder; prefieren violar la Constitución y adoctrinar grupos para cometer los mayores crímenes contra un pueblo y la humanidad; es deber abandonarlos, desobedecerlos, sabotearlos, desinformarlos y detenerlos.